Las listas de espera disparan los seguros privados de salud

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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No paran de crecer desde 2011. Cada vez más ciudadanos buscan una atención médica y quirúrgica más rápida fuera del sistema público, que registra esperas en algunos servicios hospitalarios de más de un año para primeras consultas y operaciones

Las listas de espera disparan los seguros privados de salud - Foto: Luis López Araico

No ha sido nunca Burgos una provincia en la que los seguros privados de salud fueran algo consumido por muchas personas. La escasa oferta de medicina privada, y en algún tiempo de no demasiada calidad, no animaba a pagar mensualmente por unos recursos bastante menguados, pero esta situación lleva un tiempo experimentando un cambio significativo. Entre los años 2011 y 2021 la contratación de estos productos ha experimentado un crecimiento continuo y constante, lo que en toda la década ha supuesto un incremento de cerca de un 40%, según datos ofrecidos por la patronal del sector, Unespa. En 2011 eran 49.006 los burgaleses que tenían esta forma de acceder a la sanidad privada -entre los que se encontraban la mayoría de los funcionarios de la Administración central, de las Fuerzas Armadas y de la judicatura a través de las mutualidades Muface, Isfas y Mugeju, respectivamente- que suponían el 13,05% de la población. Diez años después,  el año pasado, fueron 64.229, el 18,16% del total.

Para la patronal, este incremento tiene que ver con que los seguros médicos «se comercializan a precios competitivos y accesibles, la oferta disponible es amplia y plantea características diferenciales». Argumentan también desde Unespa que ofrecen «tratamientos innovadores, permiten contar con opciones terapéuticas complementarias y acceder al especialista rápidamente, unas características que han motivado el crecimiento sostenido de la facturación en las últimas tres décadas». Un portavoz explicó a este periódico que el crecimiento también está vinculado a que las pequeñas y medianas empresas utilizan los seguros de salud como incentivo tanto «para retener el talento y atraerlo» como para reducir el absentismo laboral: «Con un seguro privado la persona va directamente al especialista mientras que en el sistema público primero va al médico de Familia y más tarde, al especialista, por lo que se pierden dos mañanas de trabajo en vez de una».

 Juan Antonio Ayllón, presidente de la plataforma Sanidad Pública, cree que en esta última reflexión está la clave del sostenido avance del número de seguros privados: el rápido acceso a un especialista médico, algo que en el sistema público «cada vez se está poniendo más complicado con unas enormes listas de espera, también en Atención Primaria», una situación que, a su juicio, agravó la pandemia. «Los pacientes -opina este facultativo- deberían ser vistos por su médico de Familia al día siguiente de pedir una cita y en el especialista, no más tarde de varias semanas o un mes».

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)