La buena cosecha de cereza en Caderechas generará 30 empleos

S.F.L. / Salas de Bureba
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Los productores ya han comenzado a recolectar la fruta en la zona baja del Valle y contratarán más mano de obra en julio y agosto. Prevén superar los 150.000 kilos

Los primeros temporeros ya han comenzado a recoger el fruto en las zonas bajas del Valle. - Foto: IVÁN LÓPEZ.

En Herrera de Caderechas -o de Valdivielso, a elección de cada uno- buscan personal para la campaña de recogida de cerezas. Al situarse en la zona más elevada del Valle, la recolección comienza algo más tarde que en localidades vecinas como Cantabrana, Bentretea o Salas de Bureba, donde los productores ya llenan los baldes y las planchetas de fruto rojo para venderlo en el mercado. Calculan que para hacer frente a la «buena cosecha que viene, que superará los 150.000 kilos solo de la Marca de Garantía,» se crearán en torno a «30 puestos de trabajo».

A diferencia de las anteriores anualidades, en las que las inclemencias meteorológicas arrasaron prácticamente la totalidad del cultivo, las ramas lucen este verano repletas de cerezas de un rojo brillante con un «tamaño perfecto para el consumo», declara Juan José Gandía, presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes. Él ya cuenta con manos extra para dejar a los árboles solo con hojas pero tiene claro que necesitará «ampliar» la plantilla durante los meses de julio y agosto, cuando maduran la mayoría de las variedades cultivadas en la zona.

La adelantada floración de los 50.000 cerezos a finales del mes de marzo indicaba que la campaña de recogida también se anticiparía.  Sin embargo, las precipitaciones caídas en mayo y junio han retrasado el desarrollo de la fruta. Mientras que el hielo golpeó fuerte a mediados de abril en pueblos como Oña, Terminón o incluso en las fincas situadas a menor altura en el término municipal de Salas y dañó gran parte de la cosecha, en las áreas más elevadas del municipio, en Herrera, Aguas Cándidas o Rucandio tendrán «un 'cosechón' si las altas temperaturas, de más de 30 grados, no se repiten de manera continuada durante demasiadas jornadas seguidas», manifiesta el productor.

Los primeros empleados ya se dejan ver por los campos de Caderechas pero no será hasta las dos primeras semanas del próximo mes cuando las equipos de trabajo se formen al completo. Estudiantes, parados, jóvenes o de mediana edad... los interesados en la faena todavía tienen alguna posibilidad de conseguir un contrato laboral. La recolección se realizará igual que en anteriores anualidades y en el mismo periodo de tiempo porque las catorce variedades distintas que se cultivan en el la zona maduran en diferente época. La primera en degustarse es las burlat, una cereza de tamaño mediano con un sabor azucarado. La siguen la sunbust -más grande, suculenta, jugosa y muy dulce- y la summit -de pulpa rosada y muy firme-, para dar paso al resto.

Ferias y precios. A precio de oro vendieron los productores las pocas cerezas que el pasado año se salvaron del frío. El kilo rondaba los 10 euros, un precio muy elevado acorde a la poca producción que hubo en todo el país. «Este año la cosa cambia», asegura Gandía, que recuerda que el precio de 2023 no se puede comparar con otros ya que fue una campaña excepcional, concretamente la peor de la historia.

Los consumidores encontrarán en el mercado el kilo de cerezas del Valle de Caderechas «desde los 6 hasta los 9 euros», expone, similar al de las cuatro ferias programadas en verano. La celebración del evento el 7 de julio en Salas de Bureba dará el pistoletazo de salida a una carrera de fondo con paradas en Miranda de Ebro (el día 14), Burgos (el 21) y por primera vez en Aranda de Duero (el 27).