Los feriantes dicen que Burgos tiene el peor recinto de España

D.P.L. / Burgos
-

Los barraqueros se quejan de la «mala ubicación» del espacio, así como del desnivel y la mediana de la calle Laredo, lo que les obliga a «elevar las atracciones más de lo debido»

Los componentes del Dragón Dino es la primera vez que vienen a Burgos. - Foto: Patricia

En la calle Laredo estos últimos días se ha concentrado todo el tránsito de los feriantes, que ultiman los preparativos de las barracas. La mayoría comparten la misma opinión sobre el emplazamiento en el que llevan los tres últimos años. «Este es el peor recinto de toda España», comentan algunos. Se quejan de la distancia con la ciudad pero también de que estén tan lejos de la zona en la que se desarrollan las fiestas.

«Esto no es ni un recinto ni es nada, esto es una carretera. Tiene desnivel y no hay servicios de nada. Para Burgos pienso que es lamentable», comenta Julián, de la atracción Telecombate. Como otros años, las barracas se han dispuesto en diferentes tramos. El primero, según se viene desde la capital, está dedicado para los más jóvenes y, conforme se va avanzando por la recta va cambiando el estilo para públicos más mayores.

 Algo que también molesta es la presencia de la mediana que separa los carriles de la carretera. «Hace mucho daño a la hora de los desniveles», declara el mismo Julián. En el momento de colocar todas las piezas tienen que salvar este bordillo con tacos o demás recursos que les ayuden a ganar altura, aunque depende mucho del tipo de atracción que tenga cada uno, pues hay quien ocupa mucho espacio y tiene que esquivar este obstáculo en diferentes puntos y hay quien no sufre tanto este inconveniente.

El Ratón Vacilón es la montaña rusa habitual que se ubica en último lugar. «Hemos perdido un 60% de la venta con el cambio de ubicación», apunta Gabriel, que es su encargado. Habla de que antes la gente tenía la posibilidad de acudir a los fuegos artificiales y volver a las barracas, algo que actualmente, al estar tan lejos de la ciudad, es complicado. «Ahora el público no vuelve, se va a la hora de los fuegos y no regresa», añade.

Muchos echan en falta la construcción de «un recinto ferial donde se concentre toda la actividad de las fiestas», puesto que de esa manera la gente acudiría y se podría quedar allí, como en las ciudades del sur. Comentan que más de un compañero este año ha decidido no volver porque «no les salen los números».

 José Antonio, de la churrería La Perla Riojana, también recalca el hecho de que a los dos lados de la calle haya fincas secas, con el peligro de incendio que ello conlleva. «Además de estar lejos no tiene ningún atractivo. A parte de que no está acondicionado debidamente», declara el propio churrero. «Si llueve tampoco hay dónde meterse porque está todo abierto y no hay posibilidad de resguardarse en ningún sitio».

 Otros se quejan a su vez de que los más jóvenes «tienen complicado poder venir hasta aquí si sus padres trabajan». En el caso de David, de la atracción Musidán, también habla del clima, en el que «a partir de cierta hora no hay quien pare por aquí», a lo que se añade el problema de la mediana en un tipo de maquinaria como la suya. «El bordillo nos inquieta mucho, tanto en montaje como en paso de vehículos, a veces hay que levantar las atracciones más de lo debido, en la ciudad estaba mejor».

Hay quienes han tenido que dejar de venir pero también hay quien va por primera vez como es el caso del Dragón Dino. Jesús, uno sus trabajadores indica que «cuesta más montarlo y hay que tener más paciencia, en lugar de tardar cuatro horas tardas 6».

Un punto positivo que apuntaban los feriantes era la zona de descanso en la que ubican las caravanas, con un recinto «mejor acondicionado». La feria empezará mañana día 27 de junio y durará hasta el próximo 7 de julio. 

ARCHIVADO EN: España, Burgos, Barracas