Aguas tiene en caja más de 17 millones, el triple que en 2019

J.M. / Burgos
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Los beneficios continuados en el tiempo, fruto de la inejecución de inversiones en Burgos, hace que el dinero en las cuentas equivalga casi a la recaudación de todo un año de la tasa

Los depósitos del Castillo son uno de los patrimonios más preciados de la Sociedad. - Foto: Alberto Rodrigo

El histórico beneficio obtenido por Aguas de Burgos, que ha provocado la rectificación del equipo de Gobierno respecto de su propósito inicial de haber vuelto a subir la tasa en este ejercicio, se sitúa también en la línea de una solvencia financiera que, pese a algunos malos augurios del pasado, se evidencia en la acumulación de 'ahorros' millonarios fruto de superávit continuados en el tiempo. Prueba de ello es que al cierre del ejercicio 2019 la tesorería de la Sociedad ascendía a 6,6 millones y al término de 2024 se sitúa en 17,2.

Aunque es habitual que los responsables de cualquier ayuntamiento o sociedad presuman de una buena gestión con resultados positivos en las cuentas, que pueden parecer incluso escandalosos (el sector público no se dedica a ganar dinero), lo que hay detrás de esta evolución al alza de la tesorería de Aguas de Burgos es, fundamentalmente, un problema de inejecución de las inversiones. Dicho de otra manera, se anuncian planificaciones que en muchas ocasiones son imposibles de cumplir en los plazos anunciados y eso a veces, como en el ejercicio 2024, lo pagan las familias y las empresas, como ha sido con la subida lineal del famoso tasazo del 9,5%. Por suerte para el contribuyente, la intención de la Gerencia de incrementar el recibo en un 18% no se llevó a cabo, como tampoco la idea de solicitar dos préstamos por valor de 33,7 millones de euros.

Más allá de la innegable realidad de que Aguas obtuvo el año pasado un beneficio récord de 6,6 millones, las cuentas recogen otras magnitudes millonarias sobre las que preguntó en el último consejo de administración como es un apartado en el que figuran que hay 10 millones de euros en existencias frente a los 1,5 millones del ejercicio 2023 u otro en el que se reflejan 8,5 millones de anticipos a proveedores cuando en 2023 este gasto era de 200 euros. No se recibieron explicaciones, al menos convincentes, y quizá esos detalles de la contabilidad sean los que expliquen que la tesorería haya bajado de 23,8 a 17,2 millones. Algo que no casa muy bien con haber obtenido un resultado positivo histórico. Quizá la presentación oficial con el cierre de las cuentas de 2024 aclare esta situación.

Ya sea la tesorería real de la Sociedad 17, 23 o 27 millones, la realidad es que el dinero que tiene en caja Aguas de Burgos equivale prácticamente a la totalidad de los ingresos que recauda en un año por la tasa y que, de manera regular, ha rondado en los últimos tiempos los 20 y los 21 millones de euros y que el año pasado, tras el 'tasazo', dio ya un salto hasta los 22,4. Todo ello, pese a que problemas en la gestión retrasaron la subida del recibo hasta mediados de abril (inicialmente estaba prevista que entrara en vigor el 1 de enero).

Al cierre del año 2023, momento en que la tesorería de la Sociedad alcanzó su máximo, se dio la circunstancia de que Aguas tenía en caja más dinero de lo que ingresaba en un año por el recibo de todos los ciudadanos y empresas burgaleses. Es decir, la Sociedad podría no haber cobrado ni un recibo y todavía seguiría teniendo dinero en las cuentas. Sin embargo, lo que se planteó fue subir la tasa ese 18% y pedir dos créditos por 34 millones de euros. Dinero al que habría que añadir los 8 millones que se obtuvieron de fondos europeos.

Pese a que las cifras oficiales son las que son, el discurso ante quienes se sorprenden por unos beneficios tan elevados sigue siendo que sin aplicar la subida la empresa cerraría el año en números rojos. Pese a que el impacto de la tasa es de 1,5 millones respecto al total de 6,34 de superávit.

Personal. Otro de los aspectos que se ha negado en los últimos años es que se haya producido un elevado incremento del gasto de persona. Sin necesidad de remontarse muy atrás en el tiempo, las cuentas al cierre del ejercicio 2022 reflejan un desembolso de 3,71 millones de euros y las de 2024 lo elevan hasta los 4,88 millones. Es decir, un crecimiento de casi el 30%. Algo muy complicado de ver en el mundo empresarial y en el sector público en solo un par de años.

Pese a que la decisión del equipo de Gobierno, consensuada con su exsocio en el Ejecutivo de coalición, ha sido frenar la subida de la tasa prevista para este 2025 (por encima del IPC); de cara a próximos ejercicios no se ha descartado, al menos hasta la fecha un incremento del recibo.

Únicamente se espera por parte del Ayuntamiento una subida de la tasa de basuras que, según se ha prometido, se compensará con una rebaja en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).