100 minutos de agonía y éxtasis final (3-2)

Juan carlos moreno / BURGOS
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El Burgos asciende a Segunda B tras ganar al CD El Palo 3-2, con unos minutos finales de infarto y el gol clave de Arkaitz en el minuto 76

José Ángel, visiblemente emocionado, es felicitado por sus compañeros tras marcar el 2-1 - Foto: Jesús J. Matías

 
Burgos, 3
 
Aurreko
Saúl
(Gerica, M-72)
Héctor
Maureta
Koke
Sergio Torres
Chietino
(Pablo Álvarez, M-67)
Arkaitz
José Ángel
Carralero
Cristo
(Jesús Muñoz, M-80) 
 
El Palo, 2
Loren
Párraga
(Ismael, M-79)
Jesule
Nacho Aranda
Oli
Francis
Gerrit
Igna
Durán
Javilillo
(Julio, M-84)
Ibon Arrieta
(Joseito, M-84)
 
 
Incidencias
Árbitro
Aimar Velasco Arbaiza, del colegio vasco. Expulsó a Nacho Aranda en el minuto 62. Mostró tarjeta amarilla a Saúl, Arkaitz, Koke, Carralero y Maureta; Ibon y Durán.
 
Goles
1-0, M-8; Carralero. 1-1, M-47; Gerrit. 2-1, M-56; José Ángel. 2-2, M-66; Gerrit. 3-2, M-76;Arkaitz.
 
Público
Más de 8.000 aficionados en El Plantío. Partido patrocinado por Bodegas Heras Cordón.
 
Lo mejor
La capacidad del Burgos para remontar las dos veces que el CD El Palo logró el empate.
 
Lo peor
La enorme tensión que se vivió en la segunda mitad y los dos errores que permitieron los goles rivales.
 
 
El Burgos regresa a Segunda División B y lo hace a lo grande, con una dramática victoria frente al CD El Palo. Fue un partido que ninguno de los más de 8.000 espectadores que acudieron al campo olvidarán, y menos los jugadores. La segunda parte, en la que se decidió todo, resultó de una tensión extraordinaria. Fue como un combate de boxeo en la que se sucedieron los golpes. El CD El Palo tuvo contra las cuerdas a un Burgos al borde del k.o. y que reaccionó a tiempo para sellar el ascenso y desbordar la alegría de una afición apasionada.
El partido de ayer no tuvo nada que ver con el que permitió al Burgos ascender en 2011. Aquello fue un paseo comparado con lo experimentado ayer. Desde el pitido inicial todo fue diferente, difícil y, ante todo, muy duro. El CD El Palo demostró unas cualidades que muchos, seguramente por desconocimiento, habían ignorado. Sí es un equipo duro, pero también es justo reconocer sus valores futbolísticos y su capacidad de entrega para remontar por dos veces los goles del Burgos.
Calderé cumplió lo dicho y apostó por un once con Cristo, Carralero, José Ángel y Arkaitz como referencias ofensivas, y Koke en el lateral izquierdo. Gerica y Jesús fueron los sacrificados. También el CD El Palo intentó sorprender al Burgos, con Javilillo por la izquierda, Durán de media punta e Igna por la derecha.
El pitido inicial dejó claro las pautas del partido. Gerrit, el mejor de ellos, lanzó dos avisos en forma de duras entradas a José Ángel que calentaron las gradas. La respuesta del centrocampista fue fulminante, con un extraordinario pase sobre Carralero, que batió a Loren. El Burgos había hecho lo más difícil, el partido parecía encarrilado, pero ni se imaginaba lo que le esperaba.
El partido comenzó a calentarse, empezaron los líos, el primero entre Saúl e Ibon que acabó con tarjeta para ambos, también hubo reproches e insultos entre los banquillos, con expulsión de un miembro del CD El Palo.
El conjunto malagueño reaccionó al tanto burgalés y comenzó a acercarse al área de Aurreko. Javilillo tuvo su primera ocasión y dio otra a Nacho Aranda, que remató rozando el poste.
El Burgos dio un paso atrás para buscar las contras y Cristo tuvo la mejor ocasión, pésimamente finalizada. Poco antes del descanso Carralero desperdició otra buena opción por su excesivo individualismo. El árbitro mandó a los jugadores a la caseta y allí se reprodujeron los incidentes con empujones e insultos entre miembros de ambas plantillas.
El partido parecía encarrilado y nadie presagiaba lo que iba a suceder en una segunda parte frenética. El combate entre ambos contendientes se endureció y el primer golpe, directo y contundente, lo propinó el CD El Palo, con el gol de Gerrit, que aprovechó una indecisión defensiva para batir a Aurreko desde la frontal del área.
El pánico se apoderó de la grada y, lo que es peor, de los propios jugadores, que por unos momentos quedaron noqueados. Pero el Burgos se repuso y José Ángel devolvió la esperanza con un lanzamiento de falta que nadie supo ni despejar ni rematar y se coló en la portería de Loren. Era el minuto 56 y cinco después se produjo la expulsión de Nacho Aranda al frenar un avance de Cristo cuando se marchaba solo hacia el área.
Parecía todo decidido. Sin embargo el drama estaba instalado en este partido y Gerrit devolvió la igualada (minuto 66). Entonces sí llegó el pavor a las gradas. Calderé sacó toda su artillería y Arkaitz devolvió la euforia. Quedaban más de 15 minutos plagados de tensión, con rival lanzado a la desesperada y un Burgos muerto de nervios que tuvo que esperar 100 minutos agónicos para poder celebrar un gran ascenso.