Piden la zona catastrófica por daños en El Tozo y Valdelucio

R.E. MAESTRO / Burgos
-

Hasta siete municipios burgaleses del entorno se unen para solicitar ayudas al Ministerio de Agricultura. No se cosecharán los girasoles ni las patatas por el agua que acumula la tierra

Las lluvias apenas han dado tregua desde el mes de septiembre y muchas tierras, como esta de La Piedra, se encuentran encharcadas al no poder absorber más agua. - Foto: DB

Siete localidades del entorno del Valle de Valdelucio y El Tozo han realizado una petición conjunta para solicitar al Ministerio de Agricultura la declaración de zona catastrófica después de que el agua y el viento hayan arruinado la cosecha de girasol y patata. Las lluvias no han cesado en septiembre y octubre, por lo que las tierras se encuentran en estos momentos encharcadas y la inversión que se había hecho en ellas para esta campaña se da por perdida.

Los alcaldes de Basconcillos del Tozo, Montorio, Úrbel del Castillo, Humada, Rebolledo de la Torre, Sargentes de la Lora y Quintanas de Valdelucio han firmado esta petición con el fin de que se establezcan ayudas específicas teniendo en cuenta la situación de emergencia que sufren. El texto se ha enviado ya a la subdelegación del Gobierno, a la consejería de Agricultura de la Junta y al presidente de la Diputación de Burgos, con el fin de que todas las administraciones -y también los sindicatos agrarios- se impliquen en ayudar a estos profesionales del campo.

«Hay un desánimo total en la zona», comenta Rosa Margarita Ortega, alcaldesa de Basconcillos del Tozo, que habla de las pérdidas económicas que supone para los agricultores y de las dificultades que eso generará para invertir de cara a la nueva campaña. Entre estos siete pueblos suman unas 350 hectáreas de patata y en cada una de ellas se requiere meter unos 8.000 euros cada año, algo especialmente preocupante debido a que esta vez no se recogerá nada.

Según explica la regidora, en los dos últimos días han caído más de 50 litros por metro cuadrado. Esto se suma a que las lluvias apenas han dado tregua desde que comenzó septiembre. Así, ahora se puede comprobar que la mayoría de tierras se encuentran completamente encharcadas al no poder absorber más agua y que las pocas patatas que se han recolectado se encuentran en mal estado debido a haber estado expuestas durante tanto tiempo a estas condiciones.

Por otro lado, lamentan que cuando han acudido los peritos a las fincas de girasol les han explicado que no se incluyen en el seguro «al estar tumbados y no cascados». El efecto del agua y de los fuertes vientos han destrozado toda la pipa, resultando imposible recogerla al encontrarse prácticamente pegada al suelo. «Tenemos 1.700 hectáreas y todas sin cosechar», dice.

«Nos está cayendo el diluvio universal, tenemos todo completamente inundado», afirma Ortega. «Y el año que viene nos vemos igual que este», añade, en referencia a que en 2023 tampoco se pudo sembrar el cereal por las fuertes lluvias que hubo en el mes de octubre y que obligaron a muchos profesionales a buscar otras alternativas como el girasol.

En el escrito destinado al Ministerio de Agricultura se menciona, además, que al tratarse de una zona afectada gravemente por una emergencia se autorice de forma excepcional «la reducción de los signos, índices o módulos de la declaración de la renta» de cara al ejercicio 2024.