A la espera de que la compañía encargada de la distribución eléctrica les conceda finalmente el enganche para disponer de suministro, el Centro de Transportes Aduana de Burgos (CT Burgos) está negociando -y tiene ya avanzada- la primera empresa que podría instalarse en su ampliación. Se trata de una firma logística -condición sine qua non- especializada en el sector de los carburantes que también sopesaría la construcción de una estación de servicio. De concretarse la operación, la firma -de la que a día de hoy aún no ha trascendido el nombre- abriría la veda y estrenaría los 220.000 metros cuadrados que la Aduana sumó hace un año tras más de una década de densos trámites administrativos.
Y es que el recinto original se encuentra completamente lleno. «Los almacenes están al cien por cien y la ocupación en las oficinas es también muy alta», reconoce Juan Carlos Martín de Pedro, nuevo gerente de CT Burgos. Aunque la llegada de la primera firma a la ampliación se producirá bajo la dirección de este burgalés, las negociaciones las ha llevado Gonzalo Ansótegui, histórico dirigente de la Aduana y que está a punto de jubilarse. Junto a la oferta de la empresa de distribución de carburantes, la sociedad está sopesando muy seriamente emplear parte del suelo ganado para ganar más plazas de aparcamiento de camiones.
Y es que el parking para vehículos pesados es otra de las principales fuentes de ingresos que tiene CT Burgos. La salud de esta área de negocio es también excelente, y basta con echar un vistazo al recinto para comprobar la alta afluencia de camiones que tiene, especialmente los fines de semana. «La situación geográfica de CT Burgos es excelente. Estamos a una distancia muy buena de la frontera con Francia para realizar aquí la parada de descanso, los movimientos norte-sur de tráfico de mercancías sobre ruedas son tremendos y nosotros estamos en un punto fantástico», apunta Martín de Pedro.
Aunque estas dos ideas son las que más peso han ido ganando durante los últimos meses, sobre la mesa del consejo de administración de CT Burgos se han puesto otras propuestas. Algunas de ellas, de carácter industrial, no habrían sido muy bien vistas por parte del Ayuntamiento, ya que el objetivo final del nuevo suelo que se ganó es su uso por parte de compañías logísticas. Una incluso planteó adquirir buena parte de los metros cuadrados libres, lo que sorprendió gratamente a CT Burgos. Sin embargo, no volvió a dar señales de mayor interés.
Potencial. La ampliación de suelo de la Aduana se remonta más de una década. En febrero de 2013, el Ministerio de Fomento se mostró favorable a aumentar el suelo destinado al almacenamiento de mercancías desde Burgos al resto de España y del mundo. El coste de las obras, cargadas de contratiempos, se elevó hasta los 7,5 millones de euros (la Junta de Castilla y León puso 3,3, el Ayuntamiento de Burgos 2,6 y el propio CT Burgos 1,6. Se estima que la terminal ferroviaria de Villafría ganará capacidad para mover 650.000 toneladas al año. En estos momentos se despachan 1,7 millones anuales en más de 2.000 servicios de tren.