La Gerencia Regional de Salud (Sacyl) y la Orden de San Juan de Dios están ultimando los detalles para firmar la primera prórroga del convenio especial que suscribieron a finales del 2022 y cuya vigencia concluye el próximo 31 de diciembre. De esta manera, se mantiene la 'vinculación singular' entre las partes otro año más, pero podría hacerse lo mismo en el 2026 porque el actual concierto incluye dos posibles aplazamientos. En principio, las condiciones se mantienen tal cual en todos los sentidos: asistencial (el HUBU podrá derivar hasta 7.000 pacientes para que reciban distintas prestaciones) y económico (la sanidad pública pagará hasta 6,3 millones por la atención de los pacientes derivados). La prórroga y los detalles, no obstante, se firmarán en el próximo Consejo de Gobierno del Ejecutivo autonómico, que se celebrará el jueves y es el último del 2024.
En los últimos tiempos fue habitual que el final del año fuera agitado en el hospital que la congregación religiosa tiene en Burgos y, de hecho, en diciembre del 2021 llegó a plantearse en serio el cierre. El Ejecutivo liderado por Juan Vicente Herrera planteó la primera colaboración «especial» entre las partes a finales del 2018, pero el desacuerdo con la Junta en los años en los que el PP gobernaba en coalición con Ciudadanos era tan insalvable, tanto en el fondo como en la forma, que la Orden consideró que no tenía más opciones que la desaparición. Sobre todo porque, entonces, sostenía que la continuidad en la capital pasaba por la colaboración con la sanidad pública.
La ruptura con la ya casi desaparecida formación naranja salvó 'in extremis' el acuerdo y el hospital del paseo de la Isla no solo sigue abierto, sino que ha comenzado la ampliación y reforma de instalaciones en la que la congregación prevé invertir 14 millones. Y, a diferencia de lo que sucedía antes, considera «prioritaria» la relación con la sanidad pública por la vocación de servicio público de la Orden, pero se abre a obtener ingresos por la vía de la sanidad privada.
Así, con estas cartas sobre la mesa, tanto Sacyl como San Juan de Dios han acordado firmar una primera prórroga y dedicar el 2025 a negociar un nuevo convenio. Porque, en principio, las dos partes tienen voluntad de seguir colaborando en el futuro. Entre otras cosas, porque la Orden está especializada en los pacientes crónicos, de media y larga estancia, así como en los cuidados intermedios y en los paliativos; todas ellas son prestaciones con las que el diseño del HUBU no pensó: es un hospital de agudos y, por tanto, para estancias cortas. A esto se añade la derivación de cirugías, pruebas y consultas de Dermatología, entre otras.