Nunca se había planteado entrenar a chicas, pero asegura que es una de las mejores decisiones que ha tomado. Al principio «me dio vértigo, pero ahora no lo cambiaría por nada». Esta es la mejor carta de presentación de Iker (sin tilde porque en euskera no se acentúa) Andrés Arroyo, entrenador del Burgos CFCorrea de Primera Regional Cadete Juvenil femenina, la nueva categoría.
Con 16 años compaginaba sus dotes de jugador en el Inter Vista Alegre juvenil dirigiendo un vestuario de benjamines. Su hermano le instó a ayudar como técnico de un juvenil en el San Pedro en el que estuvo tres años. Estudiando un Máster en Madrid trabajó en el Atlético y empezó a involucrarse con otras áreas interesantes como la Fundación Nike para chicos con problemas de integración social con familias desestructuradas y se hizo cargo de un equipo cadete, «una experiencia súper bonita de la que aprendí muchísimo y de valorar el fútbol como salida de todo el mal que les rodeaba».
Abandonó España rumbo a Inglaterra y a su regreso recaló en el Juventud del Círculo, donde entrenó cinco años, «Pensé en descansar, pero me llamó el coordinador del Burgos CF femenino» y ya son cuatro años de andadura en los banquillos del club blanquinegro.
Una grata sorpresa para el banquillo infantil de niñas de 12 y 13 años y para él porque su acogida fue muy buena. Todos los inicios son complicados y a nivel deportivo «salvamos la categoría de milagro», pero los cimientos empezaban a ser sólidos, «a pesar de competir con chicos que es duro».
Martínez señala que las diferencias entre el fútbol femenino y masculino son evidentes porque las «chicas no compiten igual. Hay chicas que son técnicamente superiores a ellos y al revés. A medida que se desarrollan físicamente se van distanciando, pero a esos niveles de formación son muy parejos. Ellas no compiten igual. La pasada campaña fuimos líderes durante gran parte del curso, pero al final acabamos cuartas, hicieron un año increíble, pero encontramos muchas complicaciones porque competíamos de tú a tú o incluso ganábamos a los chicos y no se lo tomaban bien», subraya.
Ahora agradece y siente cierta comodidad en competir con y frente a chicas, porque no tiene pelos en la lengua al reconocer que ha oído y vivido cosas horribles la campaña pasada, pone algunos ejemplos como «un entrenador que grita: ¡Cúbrela de cerca y si puedes le tocas una teta! Todo acompañado de risas en el banquillo. Lo he vivido en una provincial y hasta que no estás dentro de un equipo femenino no ves esas cosas. O cuando acaba un partido, los chicos les escriben en Instagram para amenazarlas. Eso no lo ves en el masculino. He visto a madres y abuelas decir que estás mejor fregando a una chica. Encuentras cosas, que te hacen desear que haya categorías femeninas para que ellas jueguen como este año.
Ganando o perdiendo por goleada acaban abrazándose en el campo y haciéndose una foto conjunta. Este año es maravilloso, los entrenadores entienden, las rivales entienden...», agradece con una sonrisa, y añade con lamento «que falta mucho por aprender y creo que no estamos preparados para el fútbol femenino».
A Iker Andrés le ha enganchado de tal manera que creo que forma parte de algo indivisible. «Es un bloque y si se te enfada una te enfadas con todas. Aquí se vive todo mucho más intenso. Se prestan a todo en los entrenamientos, vienen con ganas, se esfuerzan haga lluvia, viento, frío...».
La única pega que encuentra esta temporada es que no pueden 'tirar' del equipo infantil para continuar con la progresión por temas de legislación, pero a nivel equipo está «bien compensado con diferentes perfiles que compiten y entrenan con los equipos superiores de la Doble G e incluso de la Gonalpi».
Socializar. Hacer grupo entre chicas resulta más fácil, de ahí la definición de 'bloque' mencionada anteriormente. «Es difícil descargarles de culpa y convencerles de seguir ganando. Tengo que exigir muchas veces que no se conformen con lo que han hecho y que sigan creciendo», admite. «Si consigues que el grupo crea en ti es mucho más fácil todo», añade, además de reconocer que suelen hacer celebraciones o quedadas como una merendola sorpresa, o el día de pizzas viendo al Burgos CF, o la Liga Fantasy... Iker Andrés confiesa tener suerte porque «con ellas tengo cero quejas».
El técnico del Burgos CF Correa se sentiría satisfecho esta temporada con quedar «lo más arriba posible. Lo único que no me gustaría es que diéramos menos de lo que hemos dado hasta ahora. Quisiera entrar en el play- off para competir por la categoría, ya que se trata del primer año. Aunque reconozco que con lo que hemos hecho hasta ahora, aunque no me conformo, ya es una pasada», puntualiza.
Solo serán los dos primeros los que jueguen la liguilla por el título. Por el momento, el Burgos CF Correa es líder con 55 puntos, 18 triunfos, un empate y una derrota. ¡Y va a por todas!
Agradecimientos
El técnico muestra su agradecimiento al Burgos CF en todos los ámbitos porque «sin su apoyo sería impensable. A la estructura femenina que cada vez está creciendo más sobre todo al nivel de recursos. También doy las gracias al resto de clubes de la categoría que participa en competiciones de este estilo porque es un gusto y es bueno para todos. Y sobre todo a las familias de las chicas por las palizas que se pegan para ir a apoyar a sus hijas en los viajes y el esfuerzo en general».