Más costes y menos ayudas para invertir en pueblos ribereños

I.M.L. / Aranda
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El encarecimiento de los proyectos se suma a la reducción de la ayuda de los planes provinciales y deja patente que los reducidos presupuestos de los ayuntamientos de la Ribera del Duero burgalesa no dan para afrontar grandes obras

El Ayuntamiento de Peñaranda hará por fases la reforma de la calle El Trinquete, que está empedrada. - Foto: Luis López Araico

Las economías municipales están luchando contra dos condicionantes para estirar al máximo sus partidas para inversiones y dar respuesta a las mejoras que necesitan sus vecinos. Los ayuntamientos ribereños están haciendo cuentas para decidir qué proyectos abordar porque, con el dinero del que disponen y la reducción de la aportación de los planes provinciales, van a tener que dejar muchas iniciativas sin abordar o dividirlas en fases para poder afrontarlas, aunque sea en dos ejercicios.

En la elaboración de sus respectivos presupuestos, los responsables municipales han tenido que hacer encaje de bolillos y dejar algunos fuera de la sus partidas de inversión, a la espera de poder optar a otras subvenciones. «Son proyectos caros y tenemos que dejarlos para más adelante, y si sale alguna liebre por ahí... Tenemos cosas que nos gustaría hacer, pero no tenemos dinero para todo, hay que tener paciencia», deja en el aire el alcalde de Peñaranda de Duero, Fernando Rioja, que pretende mejorar la pavimentación del casco histórico del municipio y, este año, sólo va a poder afrontar un tramo de la calle El Trinquete. «Lo primero es arreglar el empedrado de lo que es la prolongación de la plaza, entre el Ayuntamiento y la Oficina de Turismo, porque es bastante caro y nos va a comer los recursos de dos años de los planes provinciales, es una obra para una extensión muy pequeña, pero es complicada, sólo la pavimentación, sin contar la renovación de la red de aguas, nos cuesta más de 150.000 euros», especifica Rioja, mientras que sólo va a recibir de los planes provinciales 117.000 euros.

Esa necesidad de priorizar queda palpable en los planes del Ayuntamiento de Baños de Valdearados que, con 100.000 euros propios para invertir, tiene que dejar lo menos urgente para el futuro. «Vamos a hacer obra en los depósitos de agua para renovarlos, porque se tenía que haber hecho hace 20 años y se están filtrando nitritos», prioriza su alcaldesa Miriam Esteban, para lo que contará con 90.000 euros de los planes provinciales. Con estas cuentas, sólo quedarían 10.000 euros para eliminar los puntos negros en el alumbrado público de esta localidad y la renovación de los juegos infantiles ubicados junto al polideportivo. «Intentaremos llegar a todos por subvenciones, estamos llamando a todas las puertas», reconoce esta necesidad la alcaldesa.

La localidad de Olmedillo de Roa está centrada en la construcción de la depuradora de aguas, que tiene un presupuesto de 300.000 euros. El 80% del coste de la construcción de esta depuradora contará con ayuda económica a través de las líneas de subvenciones de la Junta de Castilla y León y de la Diputación de Burgos, mientras que el 20% del gasto recaerá en las arcas municipales del Ayuntamiento olmedillense. «El resto de los proyectos los vamos a tener que ir haciendo a lo largo de la legislatura, lo que tenemos para un año no nos da», reconoce el alcalde, Miguel Ángel Muñoz, que cuenta este año con 70.000 euros de los planes provinciales para afrontar el proyecto de construcción de un centro social con bar en la zona de los antiguos lavaderos, que tiene un presupuesto estimado de 110.000 euros. «Tal y como están de caras las obras, hemos hecho el plan para los cuatro años para ir haciendo los proyectos poco a poco», apunta.