Unas pócimas de fantasía

I.L.H. / Burgos
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Duendes, hadas, elfos, gnomos y brujas se instalan hasta el 28 de enero en el monasterio de San Juan para fomentar la lectura y la imaginación. Las 150 actividades del Bosque Encantado apuestan por lo sensorial en lugar de lo digital

Las hadas del agua tienen su propia fuente, a la que acuden duendes y elfos. - Foto: Patricia

Los recursos digitales y el mundo de las pantallas han secuestrado a la fantasía. Los niños y niñas de Burgos se han olvidado de lo que significa y andan perdidos por el bosque del entretenimiento. Para refrescar la imaginación, el XVI Salón del Libro Infantil y Juvenil tiene su propia pócima: un recorrido junto a los seres que pueblan las arboledas para recuperar las dosis de fantasía relegadas. 

En El bosque encantado se han instalado duendes, elfos, hadas y gnomos. Cada uno tiene su propio terreno y unas pistas que aportar a los visitantes para que puedan llenar el pozo de la fantasía. Una vez colmado, podrán adentrarse en la cabaña de la bruja y conocer algunos de sus hechizos. Y pasado ese trance llegarán a Villaduende del Cuento, el pueblo que da acceso a los libros y a las actividades que se desarrollarán en el patio del monasterio de San Juan.

Con esta ambientación, la Gerencia Municipal de Cultura busca fomentar en los escolares la imaginación y la lectura desde lo sensorial, omitiendo -al menos en ese recinto- las herramientas digitales.
El bosque encantado del Salón del Libro Infantil y Juvenil está abierto hasta el 28 de enero y cuenta con 150 actividades, desde visitas teatralizadas (de la mano de la Asociación +Parafernalia) a talleres didácticos, pasando por espectáculos de música, teatro y títeres

Un jardín iluminado. Para esta edición, el salón propone como novedad un recorrido sensorial por los espacios del monasterio de San Juan a cargo de La Carbonería de la Lola (El tiempo encantado). También son nuevas las Historias alumbradas, de Imaginart, un teatro intimista en el que se recita poesía en horario nocturno. Hay cuentos musicales para bebés, talleres de ganchillo, un gran Cluedo familiar o el encuentro con la escritora Victoria Conde. Un programa que hay que consultar porque muchas de las actividades requieren de una entrada. No así la visita a la exposición, que tiene el acceso libre.

Y dado que estamos en un bosque, el salón incluye una iluminación especial del jardín que da acceso al monasterio y cuya panorámica se cuela por las ventanas del recinto. La compañía Molécula Escénica se ha encargado de la intervención artística que convierte este espacio en una zona confortable y mágica para que puedan descansar en ella los seres del bosque. La iluminación se encenderá todos los días entre las 18 y las 22 horas.