Varios pueblos del Camino de Santiago y su entorno están dispuestos a librar una batalla contra la instalación de más parques eólicos en sus términos municipales. Hornillos e Iglesias, ambos en la ruta jacobea, y el vecino pueblo de Hormaza denuncian el 'acoso', que están sufriendo en las últimos semanas por parte de varias empresas y consultoras que se están personando en sus localidades, llamando y enviando correos a los ayuntamientos y hasta hablando con vecinos y buzoneando contratos en las casas con el objetivo de captar firmas en las que estos den su consentimiento favorable a la instalación de molinos.
Desde los tres ayuntamientos, cuyos alcaldes y concejales se han reunido para mostrar esa oposición, se les ha hecho saber que no quieren más eólicos y, por lo tanto, que no están interesados en convocar una reunión entre estas consultoras y los vecinos. Así lo aseguran Pedro Mayor, alcalde de Hornillos, Germiniano Burgos, de Iglesias y Nicolás González, de Hormaza.
De los tres pueblos, solo Hornillos está libre de molinos, y así quiere seguir, asegura Mayor, que defiende la 'limpieza del paisaje de su término municipal para preservar la ruta jacobea. Por su parte, en Iglesias tienen actualmente un parque en construcción, que promueve Iberdrola, con 3 molinos. «Con esos tenemos más que suficiente, no queremos más», dice rotundo el regidor. En el mismo sentido se pronuncia Nicolás González, alcalde de Hormaza que cuenta ya con dos instalaciones eólicos, con un total de 5 aerogeneradores, en este caso levantados por una empresa leonesa y otra de Ponferrada.
Leonesa es también una de las dos empresa, Serteca Ingeniería, que ahora muestra interés por promover otro proyecto que se extendería por estos tres pueblos y otro vecino más como es Vilviestre de Muñó, que al igual que Hormaza pertenece a Estépar. La junta vecinal de esta pedanía es la única que está interesada en contar con molinos en su territorio, explica José Luis Pardo, el alcalde pedáneo, que justifica ese apoyo porque no tienen ningún parque y por los ingresos que generaría al pueblo, que cuenta con 25 vecinos.
La otra consultora que ha contacto con los alcaldes y vecinos es gallega, Sertogal, con sede en Orenso. En ambos casos se trata de ingenierías que se encargan de sondear, captar firmas y contratos y hacer proyectos que luego venden a las grandes empresas eólicas que son las que tienen dinero para hacer las insolaciones y producir la energía, según explican los alcaldes de las localidades en las que han puestos los ojos, pero que se niegan a «entrar en ese juego».
Sería en el páramo, en el que los cuatro pueblos vecinos tienen terreno, donde se plantea su construcción, que en términos de superficie podría abarcar unas 2.000 hectáreas, apunta algún alcalde.
"No dan información". Estos regidores, por otra parte, se quejan de la forma de actuar de esas consultoras, que ni siquiera les presentan un anteproyecto de cómo serían los parques, cuántos molinos llevarían, qué terrenos ocuparías o cuánto pagarían. Una de las ventajas que ya tienen en la zona, apuntan, es que la construcción de los parques anteriores, ha dejado ya operativa una línea de evacuación que serviría para dar salida a la energía de los futuribles proyectos. En todo caso, las tres localidades se muestran firmas en su oposición a más parques eólicos que ya «tienen rodeados toda esa zona», recuerda Pedro Mayor, que asegura que en Hornillos, ni los propietarios de fincas, ni los agricultores ni los vecinos quieren parques porque son más los inconvenientes que las ventajas. Entre estas estarían los beneficios económicos para el municipio y para los vecinos donde caiga algún molino, pero añade que en este caso prometen mucho y luego al final se queda en nada con lo que hay que pagar a Hacienda.
Por lo que respecta al municipio, con una población de 60 vecinos, cree que no compensan los ingresos ante las molestias y la afección al paisaje. Mayor asegura que el impacto visual en el Camino es perjudicial, como también lo es para los vecinos el ruido, el impacto acústico y la afección a la salud. Además, explica, «aquí los agricultores queremos seguir sembrando las tierras», añade recordando, además, «que con el parque el coto de caza se devaluaría».
Iglesias ha tenido unos ingresos por el parque en construcción de 700.000 euros por la licencia de obras y le supondrá otros 100.000 anuales de impuestos. Con esos ingresos, aseguran desde el Ayuntamiento, «tenemos más que suficiente para el pueblo, que cuenta con unos 150 vecinos.
Para el alcalde, la construcción de un parque es un incordio, además, que parte fincas, destroza caminos, afecta a la caza y no compensa a los particulares; « al único, al Ayuntamiento y nosotros no queremos más», reitera.
Nicolás González, alcalde de Hormaza, afirma que siempre ha estado en contra de los parques y que cuando se presentaron los anteriores, solo fueron él y su hermano quienes hicieron alegaciones. Con 50 vecinos en el pueblo, recuerda que ya tienen dos , con 5 aerogeneradores y no quiere más, ni el Ayuntamiento, ni los propietarios de finca ni los agricultores, entre los que él se encuentra. Y de hecho, así se lo ha hecho saber a las consultoras que le han llamado. González se queja además de los destrozos que han hecho en los caminos en anteriores obras.