La empresa de las tarjetas de bus se queda 1 millón de la caja

J.M. / Burgos
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Desde al menos el mes de marzo el dinero de las recargas no se ha ingresado al Ayuntamiento. El contrato se adjudicó a la firma Prepay a finales del año pasado y se firmó en enero. Ha entrado en concurso de acreedores

Los puntos de venta de la red comercial no tienen nada que ver en el hecho de que la empresa Prepay se haya quedado con la recaudación. - Foto: Araico

El área de Movilidad del Ayuntamiento de Burgos se enfrenta a uno de los asuntos más delicados que se recuerdan en este servicio municipal en muchos años. La empresa Prepay Technologies S.A., la encargada de la gestión de la red comercial de las tarjetas de transporte urbano, no ingresa desde hace meses la recaudación que obtiene por la venta y recarga de las tarjetas y el montante total del dinero que tenía que haber ingresado a la ciudad, según la información a la que ha tenido acceso este periódico, se mueve entre los 850.000 y el millón de euros. La situación se ha vuelto aún más compleja tras conocerse que la empresa se encuentra en concurso de acreedores, lo que alimenta las dudas sobre si es dinero podrá recuperarse o no.

En el número 1 de la Plaza Mayor este asunto ha generado una gran preocupación y, tras el interés mostrado por este periódico sobre el asunto, el equipo de Gobierno decidió convocar una rueda de prensa que se celebrará a primera hora de esta mañana.

A preguntas de este medio, el concejal de Movilidad, José Antonio López, reconoció que Prepay no ingresa la recaudación desde hace meses y valoró que la empresa «ha actuado de mala fe» ya que no comunicó al Ayuntamiento que el 31 de julio había solicitado el concurso voluntario y no fue hasta el 27 de septiembre, hace apenas diez días, cuando informó de que existía un auto de apertura del procedimiento con fecha 18 de septiembre. Auto, según asegura, del que  no se sabía nada.

No obstante, la información que maneja este periódico señala que había ya importantes cantidades de dinero sin ingresar desde al menos el mes de marzo. López detalla que es «en abril» cuando detectan que algunos ingresos no se están realizando. Es en esas fechas también cuando el sistema de recargas está unos días sin funcionar, lo que obliga a que los buses sean gratuitos durante unos días, y por un cúmulo de circunstancias se propone imponer una penalidad a la empresa de 59.488 euros.

(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)