La construcción de la futura subestación eléctrica de Villalonquéjar IV, esencial para dotar de suministro eléctrico a las empresas que se instalen en la cuarta fase del polígono industrial, quedará supeditada a la venta de patrimonio municipal del suelo. El Presupuesto pactado entre el PSOE y Cs contempla que solo se podrán disponer de los casi 2 millones de euros que se prevé invertir este año en la instalación, en el caso de que el Ayuntamiento consiga vender propiedades (terrenos o inmuebles) por ese valor. Tarea, por la experiencia pasada, que no será sencilla.
El compromiso para la construcción de la subestación se adquirió en el convenio que se firmó en 2017 para la reestructuración de la deuda del Consorcio de Villalonquéjar y tiempo después se acordó que la inversión se repartiría a lo largo de varios ejercicios para que esté operativa en 2023.
Respecto a la urgencia de la subestación, hace apenas unos años se pensaba que no era algo apremiante, pero a finales del pasado mandato, a medida que Villalonquéjar IV se fue llenando de empresas, el anterior Ejecutivo advirtió que demorar su construcción podría implicar que hubiera problemas para dar suministro eléctrico a las factorías que allí se vayan instalando.
De no prosperar la venta de patrimonio, al Ayuntamiento siempre le quedará la posibilidad de aprobar una modificación de crédito y esa es una opción que también se sopesa. Eso sí, no es menos cierto que cada vez son más los compromisos que se aplazan y el dinero es finito. Es decir, llegado ese caso tocará priorizar y decidir.
Ya este mandato, el PP ha reclamado al Ejecutivo socialista que agilice todos los pasos para que la subestación se construya cuanto antes ya que el portavoz popular, Javier Lacalle, recordaba que la actual subestación no puede suministrar a todas las futuras empresas que se instalen en Villalonquéjar y hace falta una nueva.
El Presupuesto del PSOE y Cs contempla que el Ayuntamiento se desprenda este año de bienes por valor de 2,8 millones de euros. ¿Cumplirá el objetivo?