Las obras de Erico Navazo (Burgos, 1971) están llenas de sustantivos y de adjetivos, tales como equilibrio, serenidad, comodidad, humano, elegante, acogedor, personal, sencillo, sensible... Tiene muy presente el pasado, pero mira hacia el futuro. Todo responde a un porqué y el azar lo deja para la vida misma que se fragüe o transite por sus espacios.
Este reconocido interiorista dirige su propio estudio en Madrid (Plaza de Matute, 3) desde hace 12 años y ha realizado trabajos por toda España. En Castilla y León lleva su firma la sede de las Cortes regionales, en Valladolid. Y en su ciudad natal, además de unos cuantos domicilios particulares, son varios los locales públicos que han sido decorados, distribuidos y ambientados por este hijo de fabricante de muebles y alumno aventajado de Pascua Ortega (con quien colaboró en la decoración del Hotel Landa y al que sigue vinculado) y Duarte Pinto Coelho.
Así, la huella de su talento, de su imaginación y de su ambición creativa la podemos percibir en el Foro Solidario de Caja de Burgos, en el Hotel La Puebla, en el Restaurante Puerta Real, en Chocolatería Ibáñez, en las tiendas de cerámica Juan Gil y Stanza...
«En la actualidad estamos con un proyecto de pequeño hotel-boutique en la provincia de Segovia, colaborando con la cadena Hesperia en el lavado de cara de su hotel de cinco de estrellas en Madrid y en Burgos dando un toque al Espacio Evo (la cafetería-restaurante del Fórum Evolución). Además, seguimos trabajando por toda España en casas particulares, clientes que nunca hemos dejado de atender y que en estos momentos son la apuesta fuerte», resume desde la capital de España.
Navazo, que frecuenta las páginas de las revistas nacionales de decoración, resume aquí cómo abordó varias de sus intervenciones burgalesas: