La Regadera vuelve a conquistar a sus paisanos de Miranda

Ó.C. / Miranda de Ebro
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Miles de mirandeses asisten al concierto del grupo, que puede presumir de ser profeta en su tierra y de tener el cariño de su gente

La Regadera vuelve a conquistar a sus paisanos de Miranda - Foto: Alberto Rodrigo

La Regadera nunca se pierde una buena fiesta y ayer lo volvió a demostrar ante miles de mirandeses entregados a la causa. La formación conquistó una vez más la calle Cantabria, para ejemplificar que este grupo local puede decir con orgullo que sí que es profeta en su tierra. El público también respondió y transmitió el cariño a la banda, que siempre reconoce que para ellos tocar en Miranda puede compararse con jugar un partido de fútbol como local. «Somos La Regadera, pero no sé si hace falta que nos presentemos», afirmó su cantante Gonzalo Madrid nada más empezar, en una noche fría en la que «hay que bailar para entrar en calor».

Cumplieron su objetivo a ritmo de ska y sus integrantes pronto empezaron a derrochar sobre la tarima su típica energía en el bulevar de la calle Cantabria, que terminó con una buena cantidad de público disfrutando del espectáculo. Por amar al arte sonó con fuerza para iniciar un concierto en el que no faltaron sus ya canciones clásicas. Tampoco escatimaron en alegría y el buen ambiente, otro sello de identidad de la banda, inundó la fría velada para celebrar el décimo aniversario desde que La Regadera se formó en 2014.

Desde entonces, Miranda ha visto muchos conciertos suyos, siempre respaldados por sus paisanos. En el escenario en el que se subieron ayer, ya habían estado en 2019 y la última vez que montaron su show en su ciudad fue el pasado diciembre en la Fábrica de Tornillos. Con todo, ayer volvieron a ponerse el traje de profeta y muchos de los que saltaban a los pies del escenario lo habían hecho ya en alguna que otra ocasión. 

Esperanza, Rebeca, Adolfo y Noa  eran de esos mirandeses acostumbrados a ver a su banda. «Nos gusta, por eso estamos aquí», apuntaban poco antes de que la música sonara y los focos comenzaran a iluminar la noche de fiestas. «Lo mejor es que generan un gran ambiente, son muy divertidos y viene mucha gente a sus conciertos», ensalzaban, al tiempo que reconocían que Noa «conoce a uno de ellos, porque el guitarra es profesor suyo», indicaban con cierto orgullo. 

Rodrigo, Sergio y Noa a sus 17 años tampoco era la primera vez que saltaban con las canciones de La Regadera. «Lo mejor es el ambiente y que son de Miranda», afirmaban los jóvenes, quienes valoraban que «de las bandas locales son los que destacan». Además, ensalzaban que «hay que apoyar a los grupos de aquí y más allá de eso, sus canciones son bastante buenas».

El seguimiento que tienen en la ciudad permite encontrar a gente de todas las edades, pero sobre todo había muchas familias e incluso muchos niños ocupaban las primeras filas. Virgina, Vanesa y Marcos estaban rodeados de un grupo de pequeños seguidores, que no acertaban con ningún título, pero que estaban convencidos de que se lo pasarían bien. También los mayores, que remarcaban que «lo mejor es el ambiente y es un concierto para todos los públicos y que se puede ver con pequeños».

 La música siguió sonando para todos ellos, en una noche previa a una jornada especial en las fiestas de Altamira. Hoy las carrozas salen a la calle, en lo que para muchos representa la imagen que mejor resume la celebración patronal. También habrá turno para la comida con la Muestra Gastronómica y por la noche la música regresará a la calle Cantabria, donde actuará Maldita Nerea, aunque la ciudad primero deberá recuperarse de la fiesta que disfrutó ayer con el grupo favorito de Miranda: La Regadera.