El Ayuntamiento de Roa de Duero valora la posibilidad de instalar cámaras de videovigilancia en distintos puntos del municipio, especialmente en las entradas y salidas, además de en otros lugares estratégicos. Su alcalde, David Colinas, explica que el objetivo radica en garantizar la seguridad «en la mayor medida de lo posible», sobre todo después de los robos que se han registrado en los últimos meses. Por ahora, en el Consistorio ribereño están estudiando las necesidades que tienen y cómo se podría llevar a cabo esta medida, para lo cual tienen que ajustarse a la normativa de la Subdelegación del Gobierno en Burgos, a la que deben solicitar autorización antes de instalar cualquier dispositivo.
Según detalla Colinas, su idea pasa por colocar cámaras que graben las 24 horas del día y que permitan leer las matrículas de los vehículos. «Eso es lo más importante», remarca, mientras aclara que la visualización de estas imágenes correría a cargo exclusivamente de la Guardia Civil. Como indica el alcalde de la localidad raudense, este tipo de grabaciones podría resultar de especial utilidad en el caso de que fuese necesario investigar algún suceso.
De hecho, Colinas admite que si están estudiando esta medida es por las oleadas de robos que se producen cada cierto tiempo. Sobre todo, en establecimientos de hostelería, «aunque también en alguna vivienda». Al parecer, dos bares de Roa han sufrido este tipo de episodios a lo largo de los últimos meses y, lo peor, «de manera reiterada», tal como reconoce el alcalde raudense. Por lo general, los cacos buscan sustraer la recaudación de las máquinas tragaperras, además del dinero que pueda haber en la caja registradora o caja fuerte.
Asimismo, en la posible instalación de cámaras de videovigilancia en las entradas y salidas de Roa de Duero también influye que el municipio suma unos cuantos años, al menos seis, sin Policía Local. Y, aunque sí que cuentan con un cuartel de la Guardia Civil, los agentes no están las 24 horas del día en Roa, ya que patrullan por diversos municipios de la comarca.
De ahí la posibilidad de instalar cámaras «para garantizar una mayor seguridad», según remarca Colinas, mientras admite que volver a poner en marcha una plantilla de Policía Local sería muy complicado, especialmente en el plano económico. «Habría que destinar una parte muy importante del presupuesto», afirma, sin olvidar que resultaría muy complicado hacer de Roa un destino atractivo para los propios agentes. Como sucede en multitud de ciudades, incluida la cercana Aranda de Duero, los policías aprueban la oposición y suelen trabajar en ese lugar unos años, pero «terminan yéndose a localidades más grandes». Este aspecto dificulta aún más la conformación de una plantilla estable.
En auge. La instalación de cámaras es una opción por la que cada vez optan más ciudades. Sin ir más lejos, en el último contrato de la ORA que firmó el Ayuntamiento de Aranda, se incluyó la colocación de estos dispositivos en ocho puntos de la ciudad. ¿Su objetivo? Leer todas las matrículas de los coches y así detectar los sospechosos, ya sean robados o que circulen sin seguro.