El tramo de la futura Autovía del Duero entre Aranda y Langa, en la provincia de Soria, tendrá que esperar más de lo previsto. Aunque la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, anunció en marzo que las obras de conversión de esta parte de la fatídica Nacional 122 en la ansiada A-11 se licitarían en verano, ahora desde el Mitma no precisan plazos concretos. Frente a este nuevo retraso, se limitan a indicar que se hallan ultimando el proyecto de construcción "con el mayor detalle exigido, a objeto de aprobar el mismo lo antes posible". Una vez que se efectúe este paso, se procederá al siguiente: la licitación de las obras. Lo que sí que se sabe es que su coste se disparará por encima de los 200 millones de euros. Esta previsión supone un aumento considerable en comparación con los 167 millones que la ministra había avanzado en noviembre de 2021.

Detrás de este incremento se hallan diversos factores. Fuentes del Ministerio de Transportes aluden, en primer lugar, a "la envergadura del proyecto", que implica la creación de 22 nuevos kilómetros de autovía entre Aranda y Langa, con cuatro enlaces y la construcción de un viaducto sobre el río Duero. Por ello, dicen, "ha sido necesario profundizar con mayor rigor en la elaboración del proyecto de construcción, el paso previo al trámite de licitación, que concrete la implicación de un gran número de actividades de ejecución y unidades de obra". En esta línea, desde el Mitma añaden que todos estos aspectos "deben estar perfectamente definidos en cuanto a las características de materiales y condiciones de ejecución".

A ello se suma que en la elaboración del citado proyecto de construcción se han tenido que recoger de nuevo las prescripciones de la declaración de impacto ambiental y adecuar el procedimiento constructivo del viaducto sobre el río Duero "en una zona de alto valor ecológico con la correspondiente coordinación con la Junta de Castilla y León y la Confederación Hidrográfica del Duero", tal como apuntan las citadas fuentes.

En lo que respecta al viaducto, cabe recordar que se derribará el que hay en el punto kilométrico 13+700, debido a que su estructura "no es compatible con el trazado del tronco", según lo expresado en el proyecto que el Mitma aprobó a finales de 2021 y se publicó en el Boletín Oficial del Estado. En ese documento se argumentaba que "adopta unos parámetros incompatibles en planta y alzado para una velocidad de 120 kilómetros por hora". En su lugar, se proyecta otro viaducto con dos estructuras independientes, una por calzada. Con este sistema se pretende dar solución al paso de la nueva infraestructura por encima del arroyo existente en la zona y la vía del antiguo ferrocarril, actualmente abandonada pero que se quiere mantener para futuros usos. Así las cosas, está previsto que el viaducto izquierdo cuente con 146 metros y el derecho, con 220.

Nuevas legislaciones. Pues bien, desde el Ministerio de Transportes precisan que han tenido que actualizar una serie de unidades a la nueva normativa, lo que "ha tenido repercusión en el presupuesto". Asimismo, continúan, se han incluido actuaciones derivadas de "nuevas legislaciones como la de gestión de residuos o una adecuación de las reposiciones de servicios afectados o desvíos provisionales de tráfico", lo que también ha provocado que aumente el presupuesto final hasta superar los 200 millones de euros. Por último, desde el Mitma indican que otro factor que ha influido notablemente en esta subida es la actualización de los precios unitarios del proyecto, en base a los precios de la Dirección General de Carreteras.