En tierra por estudiar FP

B.A. / Burgos
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Un grupo de vecinas de Huerta de Rey reivindica que los jóvenes de los pueblos de la zona que estudien ciclos formativos puedan emplear el transporte escolar, en la mayoría de los casos con rutas ya establecidas

Las madres de los alumnos ya han enviado su protesta a la Junta. - Foto: Patricia González

Es una de esas incongruencias que esconde la normativa, en este caso, la del transporte escolar. Y resulta más fácil explicarlo con un ejemplo.

Los alumnos que estudian ESO o Bachillerato en municipios diferentes al suyo tienen derecho a transporte escolar gratuito desde su localidad hasta el centro en el que les corresponda matricularse. ¿Y qué pasa con esos escolares, de esos mismos pueblos, que cursan ciclos formativos? Se tienen que buscar la vida, algo que muchas veces pasa por dejar su casa e irse a la capital para estudiar lo que desean. Con el fin de evitar que esto suceda, un grupo de vecinas de Huerta de Rey ha iniciado una lucha para que los estudiantes de ciclos formativos (grados medios y superiores) tengan también derecho a emplear el transporte escolar.

La mayoría de esos autobuses que trasladan a los alumnos de ESO y Bachillerato tienen plazas libres y llegan a los institutos que también ofertan esos ciclos o, en el peor de los casos, hasta la misma localidad donde hay otro centro que los imparte. Sin embargo, no hay asiento para ellos, la normativa les deja fuera de las rutas a pesar de que ya están programadas y funcionando, algo que este grupo de vecinas considera «injusto y discriminatorio».
Creen que es «necesario, sensato y ecológico» aprovechar unos recursos de transporte que ya existen «y que pagamos todos» para que los alumnos puedan quedarse unos años más en sus casas y en sus pueblos. En muchos casos son jóvenes de 16 años que, como detallan sus padres, no están preparados para vivir en un piso compartido en Burgos o Aranda. «En las residencias universitarias de estudiantes, como son menores, tampoco los aceptan», añaden.

Para el colectivo, que ha enviado una queja al director provincial de Educación y a la Consejería de Educación de la Junta, normas como estas «son totalmente contradictorias a las tan manidas políticas de apoyar a la España Vaciada o al medio rural». Desde este grupo revelan que las respuestas que les han remitido se escudan siempre en lo mismo, en que la normativa es así, una contestación que reciben también desde los propios centros cuando han solicitado transporte para estos alumnos. «Vale, pues que la cambien», piden en una lucha que no están dispuestas a abandonar por el bien de todos aquellos niños de los pueblos que opten por cursar este tipo de estudios. «De este modo se fomentaría la formación en estos jóvenes y tal vez se evitaría o reduciría el abandono escolar», afirman.

(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)