La reunión mantenida por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, con los representantes sindicales de esta empresa antes de la Junta de Accionistas celebrada el viernes, ha desencadenado una cascada de reacciones. El sindicato vasco ELA aseguró ayer en una nota de prensa que Sánchez Galán «trasladó a los allí presentes la decisión de clausurar la central nuclear de Garoña por motivos económicos». Para ELA las palabras del directivo anunciaban el cierre de la central nuclear. Mientras, el secretario de la sección sindical de CCOO en Iberdrola, Modesto Fernández, señaló que Sánchez Galán les comunicó que su apuesta sería «cerrar Garoña, porque no es rentable», mientras que los representantes de UGT contextualizaron las palabras del directivo de Iberdrola y aseguraron que señaló que «Garoña no es rentable como tampoco lo son en la actualidad el resto de las centrales nucleares españolas».
El presidente del comité de empresa de Nuclenor, Samuel María Núñez, representante del sindicato UGT, contactó ayer con sus compañeros de UGTen Iberdrola para conocer de primera mano las palabras de Sánchez Galán, y defendió que «el presidente de Iberdrola lo que ha trasmitido a los sindicatos es que el negocio de las nucleares es deficitario en España». En opinión de Núñez, «la nueva fiscalidad con el impuesto sobre el combustible nuclear gastado, la apuesta por las renovables o el descenso de la demanda de electricidad por la crisis son algunos de los motivos de esta situación». Y, sin duda, el panorama económico es aún más deficitario en el caso de Garoña, que lleva desde diciembre de 2012 sin generar electricidad ni, por tanto, ingreso alguno, y manteniendo los escenarios de cese y de continuidad al mismo tiempo. Esto implica un volumen de plantilla -260 trabajadores de Nuclenor y unos 200 de empresas subcontratadas- muy superior al que sería necesario en situación de cese definitivo.
El responsable de CCOO recordó que la central requerirá de unas inversiones para prolongar su vida útil y que el planteamiento expresado por el presidente de Iberdrola es que, «si económicamente no es rentable, no están para perder dinero». A ello añadió que Galán hizo un análisis económico y trasladó su opinión sobre el futuro de esta instalación.
callados. Desde ELA exigieron «el cierre definitivo e inmediato de Garoña» y que «Iberdrola confirme públicamente la decisión del cierre de Garoña». Pero Iberdrola dio ayer la callada por respuesta y ni desmentió ni confirmó las valoraciones de su presidente.
En la central nuclear se desayunaban con la noticia lanzada por un diario digital hacia las once de la mañana y el director de la planta, Miguel Ángel Cortés, decidió de inmediato mantener una reunión con los representantes del comité de empresa. En ella les trasmitió el mismo mensaje que Nuclenor lanzó a los medios de comunicación, que «el Consejo de Administración de Nuclenor, formado por directivos de Iberdrola, Endesa y Nuclenor, no ha tomado ninguna decisión» y éste es el único marco en el cabe decidir el cierre o no de Garoña. Ni tan siquiera hay fecha para un próximo Consejo de Administración. Asimismo, insistieron en que la central sigue a la espera de que el Consejo de Seguridad Nuclear informe de manera favorable o desfavorable la solicitud de una autorización de explotación hasta el año 2031 realizada por Nuclenor al Ministerio de Industria en mayo de 2014. Asimismo, el ministro del ramo, José Manuel Soria, señaló ayer que «en el Ministerio de Industria no hay ninguna petición de cierre».