De todos los objetivos a cumplir que el equipo de gobierno del Consistorio pozano se ha planteado para los próximos tres años y medio se encuentra como prioritario el de mantener las tarjetas sanitarias y no perder más días de consulta médica a la semana. El descenso de la población en los últimos tiempos es notable, y bajo la idea de buscar fórmulas que fomenten la permanencia de los vecinos, así como la conveniencia de diseñar medidas de apoyo a la familia que puedan propiciar nuevos asentamientos, a principios de 2023 se aprobó una ordenanza municipal para sufragar los gastos médicos con una cuantía de 100 euros máximo del 50% del gasto justificado que el alcalde, Domingo Núñez, pretende duplicar y cubrir hasta los 200.
La medida cayó con ilusión entre los empadronados y 19 de ellos acudieron durante el pasado año a la convocatoria con la finalidad de obtener una ayuda por la realización de cristales o lentillas graduadas, intervenciones de dentista, adquisición de aparatos de audición y otros tratamientos médicos prescritos por un facultativo para paliar problemas de salud. En total, se repartieron 1.813 euros para tal fin y el regidor espera que a lo largo del ejercicio actual «aquellas personas que tengan gastos de este tipo no duden en acudir al Ayuntamiento».
Los requisitos para optar a la subvención van desde la obligación de disponer de la tarjeta sanitaria adscrita al ambulatorio de la villa hasta que el núcleo familiar al que pertenezca esté exento de deuda alguna con la administración local. El solicitante solo se beneficiará de una ayuda anual y el plazo máximo de resolución no superará los tres meses. Finalizado el mismo, y en el caso de que no haya recaído resolución expresa, el contenido de la misma se considerará desestimado.
Núñez confía en que dicha medida «ayuda a que los residentes mantengan sus tarjetas en Poza, un hecho fundamental para que el ambulatorio continúe operativo y que los doctores pasen consulta, aunque sea solo tres días por semana. Me preocupa el descenso que estamos sufriendo los últimos años y actualmente calculo que unas 60 personas tienen asignado en Poza el médico».
Siguiendo la misma línea, tres estudiantes que reciben formación en el colegio público San Salvador de Oña y en el Instituto La Bureba de Briviesca -residentes en la localidad- se han beneficiado de ayudas para la adquisición de libros de texto y material didáctico complementario exigido por los centros educativos. 886 euros han ido a parar a los únicos estudiantes que cumplen las condiciones requeridas por el municipio, aunque el regidor aspira a que esa cifra se incremente a corto o medio plazo.
Dado el carácter eminentemente social y asistencial que inspira esta ayuda, han establecido como cuantía mínima de la subvención el 40% del coste total y una máxima del 75 %, aunque excepcionalmente y a criterio de la comisión de valoración podrá concederse una beca de hasta el 100% del gasto en razón de la gravedad y urgencia de la situación social y económica de la familia receptora. La cuantía máxima en ningún caso excederá de los 300 euros por alumno y también podrán disfrutar de ella aquellos que cursen estudios superiores fuera de su domicilio habitual, pero su familia resida habitualmente en el municipio. El plazo de presentación de las instancias se ha fijado en octubre.