En Burgos hay más cerdos que habitantes. El censo de porcino supera ampliamente los 560.000 ejemplares. Miles de empleos locales -entre mataderos, industria cárnica, granjas, transporte, veterinaria, piensos...- conforman esta industria de primera necesidad. Las inversiones no dejan de llegar la provincia y en el mundo rural crece el dilema de si aceptar o restringir la implantación de granjas cada vez más grandes.
Los bodegueros de la Ribera del Duero quieren poner coto a esta presión. Sostienen que las explotaciones de porcino junto a los viñedos penalizan la calidad del vino y una industria que tiene en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente uno de sus principales argumentos para triunfar en el mercado mundial.
Los empresarios del porcino no ven ese problema, de hecho, el sector del vino crece y las granjas también y ni uno ni otro han visto perjudicados sus intereses hasta ahora. No obstante, es un debate abierto entre dos sectores claves para el desarrollo económico rural.
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