El pleno del Ayuntamiento del Condado de Treviño se desarrolló ayer, como en anteriores ocasiones, en castellano. Pero lo hizo con el euskera como telón de fondo, a causa de la moción presentada por Bildu para intentar reactivar el plan de impulso sobre este idioma que ya tumbó la justicia en 2021. La propuesta del grupo abertzale recibió el rechazo del equipo de gobierno, formado por el grupo independiente Treviño Día a Día y el Partido Popular. El líder del primero y alcalde del municipio, Adolfo Estavillo, justificó esta decisión con varios argumentos, entre los que incluyó que «debería haberse tratado un poco antes en una comisión y en esa comisión poner sobre la mesa más cosas que se están trabajando en favor del euskera, como su incorporación en el colegio», algo para lo que «ya ha habido varias conversaciones con Valladolid».
Es decir, el equipo de gobierno treviñés intenta colaborar con la administración regional para que esta lengua pueda enseñarse en las primeras etapas de la escuela y no solo en las finales, como ocurre en la actualidad. Pero, además, Estavillo destacó durante el pleno que para llevar a cabo medidas como el plan de euskera que intentaba reavivar Bildu se necesita a otras entidades. A las diputaciones de Álava y Burgos, concretamente. A ojos del alcalde, la redacción de un programa para fomentar este idioma en el Condado «debe ser tratada en los diferentes convenios que se hacen» entre las dos instancias de alcance provincial, no en un órgano meramente municipal.
Otra de las cuestiones en las que incidió el alcalde de este Ayuntamiento para explicar su voto contra la moción de ayer fue que no desea «entrar en contenciosos, como pasó la vez anterior». Sin embargo, esa posible vuelta a los tribunales a causa del plan de euskera no evitó que la moción dividiera a los partidos locales, ya que, mientras el equipo de gobierno utilizó su mayoría para tumbarla votando en contra, tanto Bildu como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y la Agrupación Independiente del Condado de Treviño (AICT) se mostraron a favor de la propuesta.
El texto presentado por la formación de izquierda consistía en que el Ayuntamiento del Condado de Treviño pidiera a la Diputación de Álava «asistencia técnica y jurídica» a la hora de reformular el plan de euskera que la Junta de Castilla y León impugnó hace tres años, antes de que llegara al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Burgos, que terminó aceptando las pretensiones de Valladolid. Por ese mismo motivo Bildu ahora deseaba contar con el apoyo de la provincia vecina, para redactar un programa en el que se sustituyeran los elementos que generaron problemas hace algunos años y evitar que todo desembocase en un nuevo varapalo judicial.