El HUBU investiga una terapia novedosa para regenerar nervios

G.G.U. / Burgos
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Sacyl financia un estudio para comprobar si las sustancias que segregan las células madre pueden ayudar a pacientes con cortes y otras lesiones muy graves. Ya se ha probado en ratas

El responsable de Investigación, Jorge Labrador, con la veterinaria María Rodríguez, que muestra un tubo de la sustancia resultante de la metabolización celular. - Foto: Alberto Rodrigo

La veterinaria de la Unidad de Investigación del HUBU, María Rodríguez, lidera un proyecto que investiga el potencial del medio de cultivo en el que crecen las células madre, en el que segregan ciertas sustancias, para regenerar nervios seccionados por lesiones muy graves como cortes o roturas completas por otras circunstancias. La iniciativa está financiada por Sacyl (15.860 euros en 2024) y ya se ha probado y evaluado en ratas. «Por ahora, las expectativas son muy positivas; nuestro enfoque es muy prometedor», señaló la investigadora, que también es responsable del animalario del hospital.

Rodríguez avanzó los primeros resultados de este estudio junto al coordinador de la Unidad de Investigación, el hematólogo Jorge Labrador, y explicó que el estudio que lidera se desarrolla en colaboración con la Universidad de León y parte de la bibliografía existente acerca de los beneficios de las terapias libres de células. Es decir, de estudios en los que, como en este caso, se han aprovechado las sustancias que segregan las células madre al metabolizar en un entorno determinado. Ese líquido que producen se denomina «secretoma» y no contiene célula alguna, por lo que también evita los efectos secundarios de otras terapias que sí emplean directamente cultivos celulares. Por ejemplo, el potencial desarrollo de tumores.

Así, la investigación que presentó ayer el HUBU ('Evaluación de la capacidad regenerativa del secretoma de células troncales en un modelo de neurotmesis en rata') está ya en una fase de ensayo preclínico; es decir, que se ha probado ya en un modelo animal para evaluar, en un primer paso, si las ratas tratadas con secretoma de células troncales (o madre) tienen más funcionalidad del nervio ciático que las que no han recibido la terapia. Y, según dijo, se ha comprobado que sí. «Hemos demostrado el beneficio en enfermedad inflamatoria y ahora el reto es evaluarlo en la lesión más grave: la neurotmesis. Es decir, cuando un nervio se secciona», dijo Rodríguez.

Para ello cuentan con la colaboración del cirujano plástico Endika Nevado, que provoca y corrige la lesión en los animales para que los investigadores puedan comprobar la eficacia de la aplicación del secretoma. «Cuando se secciona un nervio y los cirujanos plásticos reconstruyen la regeneración es muy lenta. Ahora, lo que queremos probar es que con el secretoma hay una regeneración nerviosa más rápida», dijo la veterinaria, antes de matizar que ya han hecho evaluación mediante electromiografía (estudios de conducción nerviosa) y «el grupo tratado tiene más regeneración nerviosa».

Esta investigación es un ensayo preclínico que, si quiere llevarse a la práctica en las consultas, debería obtener financiación y autorización para transformarse en un ensayo clínico con humanos. Para ello no hay plazos todavía.