Primaria tendrá una consulta en heridas difíciles de curar

G.G.U. / Burgos
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Atenderá a pacientes de toda la provincia, pero no siempre lo hará de manera presencial: introduce la asistencia a distancia con pantallas de alta resolución

La consulta avanzada de heridas abrió hace menos de un mes. - Foto: Alberto Rodrigo

Hace menos de un mes que la Gerencia de Atención Primaria abrió la primera consulta dedicada en exclusiva al tratamiento de las heridas que se cronifican y no terminan de cicatrizar. U otras que igual no llevan tiempo, pero evolucionan mal y requieren que se indague en la causa para tratarlas. La iniciativa es resultado de un proyecto perseguido desde hace tiempo y cuya gestión se le ha encomendado a la enfermera Rosa Ana Angulo, tras un concurso de valoración de méritos. Así, el despacho se ha ubicado físicamente en el centro de salud José Luis Santamaría (Casa La Vega), pero la profesional tratará a pacientes de los 37 centros de salud de Burgos, aunque no a todos los verá cara a cara: este nuevo proyecto incorpora la teleconsulta, a través de cámaras y pantallas de «alta resolución».

Las heridas son un problema de salud relevante, aunque casi siempre infravalorado por la ciudadanía. Sin embargo, hace años que Primaria cuenta con una comisión dedicada a ello; un equipo del que Angulo forma parte porque es apasionada del tema. «Es un campo muy bonito y en el que se puede hacer mucho por mejorar la vida del paciente, porque la herida tiene impacto: produce dolor, puede incapacitar para caminar y a veces obliga a coger bajas. El abordaje completo da calidad de vida, que es nuestro objetivo», dice.

No hay datos concretos de incidencia en Burgos, pero la enfermera se remite a un estudio del 2017 de la Sociedad Española de Enfermería Vascular y de Heridas, «que decía que entre el 0,10% y el 0,30% de la población tiene». Cita otra investigación concreta para Burgos, aún pendiente de publicación, y que afloró más de 200 casos de heridas en una semana. «No todas llegarían aquí, solo las que se están cronificando o en las que la enfermera tiene alguna dificultad en el abordaje», dice.

El proyecto, de momento, se prueba en cinco centros de salud: en la capital, en el José Luis Santamaría y en Las Torres; y en la provincia, el de Villadiego, Melgar y Salas. Pero la idea es expandirlo a los 37 ambulatorios. Eso sí, la derivación la indicarán siempre las enfermeras: si el paciente cumple los criterios, desde su centro de salud le buscan cita en esta nueva consulta de heridas de difícil cicatrización a través del programa Medora y adjuntan una foto de la lesión. 

Angulo lo ve, revisa el historial del paciente y valora si necesita una visita presencial, si es suficiente con un plan de cuidados o si vendría mejor una consulta a distancia. «Burgos es muy grande y hay gente que vive lejos, que es mayor y no tiene coche o que no tiene cómo venir», apunta la profesional, destacando que en esos casos ella concertaría un encuentro con la enfermera del paciente para poder evaluar la herida y los cuidados a distancia. «Las cámaras tienen altísima resolución y las lesiones se ven perfectamente, así que es otra forma de atención: yo aquí y el paciente en su centro de salud con su enfermera», destaca.

Las heridas más habituales en las consultas de Primaria son las propias de las extremidades inferiores (casi siempre por diabetes, pero no solo), las llagas o úlceras por presión en personas encamadas y las heridas quirúrgicas (retiradas de grapas o suturas). 

Lo habitual es que terminen por cerrar, pero si no fuera el caso, intervendría Angulo. Y para ello dispone de medios que los centros de salud no: medidores más precisos de enfermedad arterial periférica o de presiones bajo vendajes para terapias compresivas, sistemas de presión negativa...  Ahora bien, hay un porcentaje de heridas de origen tumoral o por la circulación que se sabe que no cierran, pero incluso así «se puede hacer mucho por mejorar la calidad de vida del paciente». Y de eso se trata.