'Esperanza', la primera mina navegable del país

R. PÉREZ BARREDO / Olmos de Atapuerca
-

Ociosfera, la empresa que explota esta cavidad en Olmos de Atapuerca, ha recibido de la Junta de Castilla y León el impulso económico que necesitaba para ejecutar este proyecto pionero

Eduardo Cerdá ya comprobó hace unos meses que era factible la navegación en el interior de la mina. - Foto: Patricia

Hay sueños que se hacen realidad. Y ambiciones que se consiguen únicamente a base de audacia, esfuerzo y convencimiento, contra viento y marea, contra muros y otros elementos. Incluyendo el tiempo, siempre inexorable, que obliga a cualquier emprendedor a un notable ejercicio de paciencia. La ha tenido, y mucha, Cerdá, responsable de la empresa Ociosfera; pero ha perseverado y está a punto de hacer realidad uno de sus más singulares proyectos: convertir la Mina Esperanza de Olmos de Atapuerca en la única navegable de España. Acaba de saber el también impulsor de Paleolítico Vivo que es beneficiario de una subvención de la Junta de Castilla y León que le permitirá llevar a cabo ese proyecto, que pasa por ofrecer singladuras en barca por las entrañas de una cavidad subterránea en la que, durante décadas, se extrajo mineral férrico. La administración regional apuesta así por un complejo subterráneo lleno de posibilidades, como recogía en su planteamiento Ociosfera, que amén de presentar un estudio geotécnico con memoria y plan de intervención para su acondicionamiento para el turismo, de todo punto viable, incluía las claves para hacerlo realidad.

La ayuda económica, que asciende a 170.000 euros (los cálculos de Cerdá rondaban los 247.000, y esa fue la cifra con la que concurrió a la línea de subvenciones), obliga, eso sí, a tener ejecutado el proyecto el año que viene. El tiempo apremia ya, y esta misma semana comenzarán los trabajos, según ha afirmado Cerdá, feliz de haber recibido esta partida (el suyo ha sido el único proyecto de iniciativas empresariales de relevancia  turística burgalés que ha sido bendecido por esta convocatoria). «Estoy feliz. Dentro de unos meses Mina Esperanza será navegable», afirma. Lo más inmediato pasa por meter en las galerías medios mecánicos para limpiarlas, con la ventaja de que los pisos inferiores está más limpios que como se encontraron los superiores cuando su empresa se hizo cargo de la explotación turística y de investigación de este complejo minero. «A la extracción de lodos y el achique de agua con bombas le seguirá la consolidación de algunas zonas y la topografía en colaboración con la Universidad de Burgos así como la instalación de una iluminación especial, que queremos que sea espectacular y otro de los atractivos de la mina».

La subvención es de 170.000 euros y y la galería del nivel -4 ya tendrá las barcas en mayo 

El nuevo proyecto cambiará de forma radical la visita a Mina Esperanza.El nuevo proyecto cambiará de forma radical la visita a Mina Esperanza. - Foto: Patricia

 

El nivel -4, casi siempre inundado de agua debido al flujo de manantiales naturales que fluyen por la galería, será el que acoja el recorrido. Se creará un pequeño embarcadero desde el que zarparán hasta seis barcas de fibra con tres plazas. La idea de Ociosfera es que el recorrido por la galería, que nunca tendrá más de un metro de agua, sea libre y con un tiempo máximo de 30 minutos. «Esto convertirá la visita en una experiencia única. Para hacerla aún más atractiva a los sentidos, la idea que tenemos no es tanto iluminar el recorrido sino que la iluminación salga de las propias barcas, lo que aumentaría la sensación de emoción, como de estar descubriendo un sitio inexplorado, con los reflejos de la luz y sus sombras en las cavidades y en el agua». La superficie de este nivel puede alcanzar el kilómetro, con lo que el recorrido se antoja, en efecto, toda una experiencia a la manera de otras minas navegables que ya existen en lugares de Europa como las de Sal de Saltzburgo (Austria), o las de Turda, en Rumanía.

Según recoge el proyecto, en la sala principal se proyectará un espectáculo de luz y sonido a más de 150 metros de profundidad y sobre las aguas. El descenso desde el nivel -3 al -4 podrá hacerse de dos maneras, bien bajando cómodamente por la rampa principal hasta el lugar en el que se ubique el embarcadero, o bien para un público más aventurero saltando desde un respiradero que comunica ambos pisos con los trajes de neopreno o en columpio (ascensor con cabestrante) directamente a la barca que esperará debajo, en la vertical del respiradero.

Siempre hay agua en los niveles más inferiores de la mina debido al flujo de manantiales naturales.Siempre hay agua en los niveles más inferiores de la mina debido al flujo de manantiales naturales. - Foto: Patricia

Este proyecto hará de la visita una experiencia realmente única»

Un proyecto pionero. «Creemos que ser pioneros en nuestro país con algo de este calibre marcará la diferencia dentro de un turismo del patrimonio industrial en auge y continua evolución», asegura Eduardo Cerdá, que hace hincapié en que esta iniciativa cambiará por completo el complejo geominero de Mina Esperanza en Olmos de Atapuerca, que 'resucitó' ya más de una década de la mano de la Junta Vecina de este pueblo, que impulsó la rehabilitación de la mina como herramienta para la educación, la investigación y la promoción turística del territorio. Desde su apertura, más de 60.000 personas lo han visitado, generando además tres puestos de trabajo «y convirtiéndolo en un recurso autosostenible. Creo que podríamos alcanzar entre los 15.000 y 20.000 al año. Habrá un antes y un después con este proyecto», afirma».

Con la nueva propuesta de Ociosfera se pretende ampliar los recursos visitables (hasta ahora lo son unos 400 metros de los niveles -1 y -2, con un museo de minerales y rocas integrado en una las galerías) y dotarle de uno muy especial y único en España. Con ello, sus impulsores esperan multiplicar exponencialmente la afluencia de visitantes para seguir creciendo en calidad e innovación. En este renovado plan, también el nivel -3 (abandonado tras el cierra de la mina en 1974) será acondicionado con el objetivo de dotarlo de contenido especial. El proyecto plantea que este nivel recree el mundo subterráneo de Julio Verne en Viaje al centro de la Tierra, con réplicas que van desde flora gigante a dinosaurios. «La música y los efectos especiales en conjunción con una escena dinámica dejarán sobrecogidos a los visitantes, creando una experiencia real dentro de un mundo mágico», reza el proyecto que acaba de apoyar la Junta de Castilla y León.