La administración sestea y el año abre sin presupuestos

J.M. / Burgos
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El Gobierno, la Junta y los principales ayuntamientos no han presentado las cuentas del ejercicio que está a punto de comenzar, lo que impide conocer la planificación real fiscal e inversora para el 2024

Las infraestructuras, a la espera de impulso.El año 2024, clave para el Museo de Burgos. El Mercado Norte será derribado el próximo año. - Foto: Valdivielso Patricia

Siempre hay un buen pretexto para justificar que no ha habido tiempo para hacer los deberes. Y las distintas administraciones, desde el Gobierno Central hasta la Junta de Castilla y León, el Consistorio capitalino o los principales ayuntamientos de la provincia, tienen sus propias excusas para justificar que ninguna de ellas arrancará 2024 con un Presupuesto aprobado, ni tan siquiera habiendo iniciado la tramitación. Una demora que supondrá que las inversiones públicas en la provincia de Burgos pendientes de estas cuentas tendrán que esperar. Pero ya no solo eso, cualquier retraso lo que hace es constreñir los plazos, dificultar que las tramitaciones de proyectos avancen y exponerse a un ejercicio más en blanco para algunas inversiones estratégicas que ya acumulan irrecuperables años de retraso.

En el caso del Gobierno de Madrid, la celebración de las elecciones y la larga negociación de la investidura de Pedro Sánchez dejó atados compromisos con los partidos independentistas y con sus socios de Gobierno, pero en la incertidumbre a aquellos territorios como Burgos que esperan a que los presupuestos corrijan una deuda histórica con las infraestructuras. Porque será en ese documento dónde se constatarán las intenciones respecto al tren Directo, sobre el papel que Burgos tendrá en el Corredor Atlántico, acerca del impulso de las autovías (A-12, A-73 y A-11), en relación a la conexión de la alta velocidad con el País Vasco, sobre los nuevos accesos de la AP-1, acerca del Hospital de la Concepción o con los problemas sin resolver en la presa de Castrovido.

La Junta de Castilla y León tendrá que responder, aunque quizá sea pronto para verlo en el Presupuesto, sobre la reivindicación de la Facultad de Medicina, acerca de la apuesta por el Museo de Burgos, desatascando los problemas para hacer realidad el futuro Centro de Salud del Silo, acelerando los trabajos del Parque Tecnológico, con la ampliación del instituto Diego de Siloé o con el inicio de las obras del Hospital de Aranda. El Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco ha culpado al Gobierno de Sánchez de haber pospuesto el Presupuesto de la Junta para el próximo año.

En el Ayuntamiento de Burgos la aspiración era poder contar con el Presupuesto de 2024 (al menos con su aprobación inicial) antes de que terminara el año. Sin embargo, «problemas técnicos» y de última hora han pospuesto la celebración del Pleno extraordinario.

De cara al próximo ejercicio, el nuevo Gobierno de coalición del PP y Vox se ha impuesto la obligación de tener aprobado el proyecto de ExpoBurgos, la inversión estrella del bipartito para el presente mandato. Pero no será el único reto, en sus planes está demoler el Mercado Norte y encarrilar la difícil tramitación administrativa para la futura dotación o resolver el gran problema que se ha presentado con la deuda millonaria de los consorcios del Desvío y Villalonquéjar.