Una fuerte granizada ha dado la puntilla al cereal en la Riojilla Burgalesa y ha arruinado lo poco que se pensaba recoger en esta campaña. Pese a que en la inmensa mayoría de la provincia se mira al campo con una sonrisa ante la buena previsión de cosecha, en esta zona concreta apenas han tenido lluvias y la sequía ha vuelto a convertirse en la protagonista. «Está todo machacado y ya son tres años malos, me estoy planteando dejar esto», manifiesta Javier Fernández, agricultor de Cerezo de Río Tirón.
Media hora de pedrisco en la tarde del miércoles, donde cayeron unos 50 litros por metro cuadrado, tumbaron la mayoría del trigo y la cebada en el entorno de Cerezo de Río Tirón, término municipal que posee unas 10.000 hectáreas. Gran parte de lo que había se encontraba ya en muy mal estado por culpa de la sequía y este año apenas se esperaban recoger unos 1.200 kilos por hectárea. Significa una cantidad pírrica teniendo en cuenta que se enmarca en la Bureba y siempre suele ser una de las más productivas, superando los 5.000 kilos por hectárea. «Lo que nos faltaba ya...», comenta Fernández en referencia a la impresionante tormenta.
Hasta Semana Santa había buenas expectativas, pero la falta de lluvia ha echado todo a perder. «No ha caído ni una gota en estos meses», dicen los profesionales del sector de este territorio. Quienes tienen que alquilar maquinaria probablemente ni siquiera cosechen al no compensar económicamente. Aquellos que llevan más años en el sector aguantarán pese a las dificultades, pero para quienes se incorporaron recientemente a la agricultura parece imposible aguantar tantos golpes seguidos. Como recuerda Fernández, este año los costes de producción han vuelto a estar disparados y los seguros no cubren toda la inversión.
Sobre el terreno se ven claramente los múltiples destrozos y en unos días, cuando se seque, aún se podrá ver mejor. En las últimas horas tampoco ha parado de llover y se han encharcado la mayoría de las tierras. Eso afectará también al girasol y a su crecimiento, ya que la gran cantidad de agua que se acumula sobre el terreno ha arrasado con ellos. Y también sobre los guisantes se pueden comprobar esos destrozos. En Cerezo hay múltiples huertas y, como mostraba Felipe, otro vecino, hasta los pimientos y los tomates han sufrido las consecuencias del granizo. Muchas calles resultaron afectadas y el agua desplazó también piedras y destrozó calles recién hechas.
Eso sí, como aseguran los propios agricultores, la sequía «ha sido muy concentrada» y ha afectado solo a algunos municipios, ya que la mayoría de sus vecinos de Belorado -por ejemplo- presumen de un campo espectacular. El año pasado resultó malo para toda la provincia y la cosecha pasará a la historia como una de las peores, pero ahora en Cerezo envidian que en el resto de pueblos tengan un cereal decente mientras ellos se quedan con las manos vacías.
Susana Pardo, presidenta de la UCCL, ya avanzó en este periódico hace un mes que, pese a que la cosecha venía muy bien por toda la provincia, la Riojilla Burgalesa había quedado aislada del agua y que en puntos como Redecilla del Camino o Cerezo se estaba viviendo una situación inédita de sequía. Asegura que el fuerte pedrisco y la cantidad de precipitaciones caídas en tan poco tiempo «ha terminado de rematar» lo poco que se iba a obtener. También Esteban Martínez, presidente de Asaja, expresa el preocupante estado que presentaba ya el campo desde hace días en la zona de la provincia que pega a La Rioja. El año pasado se solicitó la zona catastrófica para la zona de Melgar, Castrojeriz y Los Balbases, que sufrió una fuerte granizada, así que los sindicatos anunciarán pronto las medidas que tomarán.