Es la tercera vez que recibe la llamada de la selección española absoluta. Ya lo hizo a 80 kilómetros de su casa, en El Plantío, el pasado abril, y el pasado octubre, en los empates ante Canadá e Italia. A nadie le sorprende que la guardameta mirandesa Adriana Nanclares (Miranda de Ebro, 2002) vuelva a estar en la lista de Montse Tomé para otros dos amistosos de preparación de la Liga de Naciones en Cartagena y Niza. Otro reconocimiento a su trabajo diario. Otra experiencia única. Otra ocasión para sentirse una privilegiada.
Pero todo esto es fruto de una larga trayectoria, ¿no?
He formado parte de todos los combinados de las categorías inferiores sub-17, sub-19, sub-20. El pasado curso me consolidé en el club y me dan confianza de jugar a gran nivel. La mejoría en el Athletic Club me ha permitido dar un paso hacia adelante.
¿Debutar con la selección siendo portera es más difícil?
El hecho de ser portera entendemos que probablemente solo vaya a jugar una, pero sea en el puesto que sea tienes que sumar y estar preparada por si pasa algo en cualquier momento.
¿Alguna vez se ha sentido novata con la Roja?
En la primera concentración es todo un poco de prueba, el ambiente y cómo se trabaja. La segunda ya controlas más la dinámica y ritmo y se lleva un poco mejor.
¿Cómo es estar rodeada de las mejores?
Lo mejor es lo fácil que lo hacen todo. Entrenas con ellas y alucinas el ritmo y el nivel que hay. Al principio cuesta controlar los nervios y el estrés por compartir vestuario con las mejores. Sabes que tienes que hacer un paradón o que si no probablemente te vaya a ir a gol. Cómo ajustan los tiros, cómo chutan, su intensidad es...alucinante.
Plasmar tu trabajo en una semana de concentración con la Roja es como tener un examen todos los días"
¿Es muy diferente entrenar con el combinado nacional a hacerlo con el club?
Sí. En la selección es como un examen todos los días con gente nueva y lo tenemos que tratar con normalidad porque al final no dejas de plasmar todo tu trabajo diario en una semana de concentración. El club es tu casa, tu ambiente cómodo y es diferente. Con la selección siempre hay un pelín más de estrés.
¿Cuál es su próximo desafío?
Ojalá pueda estar entre esas tres porteras y tener la oportunidad de debutar, pero con la tranquilidad de saber que también puedo estar en la sub-23 y si voy abajo estoy a un pasito de llegar arriba. El siguiente objetivo es tener minutos y yo lo que tengo que hacer es seguir trabajando.
¿Cómo se siente aquella niña que comienza en el Casco Viejo de Miranda de Ebro y recala en el Athletic Club de sus amores?
Pues feliz. Desde pequeña en mi familia siempre se ha llevado mucho el sentimiento athleticzale y ahora está toda la familia súper emocionada. Yo, la primera.
Resulta extraño que en su ciudad natal no haya sección femenina, ¿no?
Este año han estado a puntito de salir con el Casco Viejo. Las más pequeñas de Miranda de Ebro tienen a 10 kilómetros un club femenino que es Lantarón, de Álava, y suelen marchar ahí por no jugar contra chicos.
¿Jugar con y contra chicos le ha fortalecido?
Yo aprendí mucho. Los chicos tienen mucha más intensidad, son un poco más brutos y eso también te hace crecer mucho.
Sueño con debutar, jugar Champions y lograr algún título con el Athletic"
De la Real Sociedad al Athletic Club, ¿no es exponerse mucho a la rivalidad?
Sí existe la rivalidad. Siempre hay piques, pero se lleva bien. Lo más difícil en su día fue dejar todas las amistades de un club. Yo llevaba mucho tiempo viviendo en San Sebastián.
¿Cómo gestiona tanta carga de trabajo?
Últimamente hay muchas competiciones y períodos de selección. Renuncias a tu finde libre, pero estás teniendo esa oportunidad con la que todo el mundo sueña, entonces lo vives como una privilegiada. Merece la pena.
¿Cómo se cuida?
Tenemos la suerte en el Athletic de desayunar y comer en Lezama, por lo que nuestra alimentación está supervisada por nutricionistas. En casa debes priorizar el descanso y cenar bien. Es sencillo.
¿Qué hace para poder desconectar del fútbol?
Todas las tardes estudio. Doy un paseo, leo algún libro, voy a ver atardeceres…
¿A qué deportista admira?
Diría algún futbolista, pero hay otras deportistas que me inspiran como Carolina Marín o la triatleta Helene Alberdi.
¿Qué le parece que la afición española se haya enganchado al fútbol femenino, aunque en Lezama o San Mamés ya venga de más atrás?
El año pasado tuvimos la suerte de jugar varios partidos en San Mamés y claro, es impresionante, que un día entre semana te vayan a ver 27.000 personas al estadio. Eso significa que esto crece y la gente tiene interés en que crezcamos.
Estar con las mejores supone que tienes que hacer un paradón o si no te va a ir a gol"
En verano hay un Campus en el Casco Viejo que lleva su nombre, ¿piensa algún día en ser entrenadora?
Este año voy a hacer un curso de entrenadora de porteros y en un futuro, quién sabe si podré dedicarme a esto.
¿Si no hubiera sido futbolista, que le hubiera gustado ser?
He estudiado Magisterio y me gusta la enseñanza a los niños.
Sueña con...
Ir a la selección absoluta era uno, aunque me queda debutar. Me encantaría jugar la Champions, ojalá sea con el Athletic. A título Mundial soy campeona sub-20 que también es otro sueño cumplido. Y me gustaría ganar un título con el Athletic.
¿Qué enseñarías a una promesa que se inicia en esta aventura?
Te pasan cosas que igual no las valoras, por ejemplo, ser campeona del Mundo sub-20 no lo asumí hasta después de tres meses. Así que invito a que disfruten del proceso, pero que valoren lo que cumplen. Y, sobre todo, que trabajen.
Un partido que le venga de repente a la memoria.
Un 22 de septiembre, cumpleaños de mi padre, en uno de mis primeros partidos en Primera División. Paré un penalti y pude dedicárselo. También el año pasado cuando pasamos a semifinales de Copa y estaba Lezama a rebosar y pasamos a la final en la tanda de penaltis. Un momento súper feliz de todo un equipo.