Yucon defiende su gestión y dice que hubo ofertas por el doble

J.C.M. / Burgos
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Miguel Ángel Benavente y Nacho San Millán, molestos por las críticas, lamentan que "la gente no recuerda". El todavía presidente del Burgos CF, Rodrigo Santridrián, cree que "hemos dado con los argentinos buenos"

Alejandro Grandinetti y Marcelo Figoli, junto a Rodrigo Santidrián, Nacho San Millán y Miguel Ángel Benavente. - Foto: Alberto Rodrigo

A la presentación de Marcelo Figoli acudieron los cuatro miembros del grupo Yucon: Rodrigo Santidrián, Nacho San Millán, Miguel Ángel Benavente y Julián Alonso. Durante las últimas semanas han recibido duras críticas por la venta del club al empresario argentino. Y las protestas del domingo, en la previa del partido ante el Mallorca, se centraron en ellos.

Los cuatro aprovecharon el encuentro de ayer con los medios de comunicación para defender su gestión en estos últimos años al frente del club. El más duro fue Miguel Ángel Benavente, que recordó todo lo sucedido desde septiembre de 2020 hasta que se consumó el ascenso. «Yucon metió dinero a pecho descubierto», llegó a decir.

Explicó Benavente cómo iban a su despacho Michu y Calero cuando existían los problemas de cobro, todas las deudas que tuvieron que pagar, un capital que cifró en «millones de euros». También intervino Nacho San Millán. «La gente no recuerda», aseguraron ambos, visiblemente molestos.

El patito feo y ofertas por el doble. En el encuentro también intervino Rodrigo Santidrián, presidente hasta ahora del consejo de administración, puesto que cederá tras la venta del club. Pese a ello, todo apunta a que seguirá en el consejo junto a Nacho San Millán.

Santidrián explicó por qué se habían decidido por Marcelo Figoli en este proceso. «Hemos tenido ofertas por el doble de dinero», aseguró. También se refirió al país de origen de los nuevos propietarios, Argentina, el mismo que Antonio Caselli, generando muchas comparaciones. «Argentinos los habrá buenos y malos y creo que hemos dado con los buenos».

Recordó el primer año en Segunda, tras el ascenso, «y entonces éramos el patito feo de la competición. En cambio, en el segundo año ya aparecieron muchas novias que querían comprar el club».