Durante los tres últimos años, los comercios y establecimientos hosteleros de la capital burgalesa han sufrido varias oleadas de 'alcantarillazos'. Unos robos con fuerza perpetrados por delincuentes habituales que se han especializado en este tipo de golpes para pagarse su próxima dosis de droga. La Policía Nacional ha conseguido detener a muchos de ellos e imputarles varios delitos para que pasaran una buena temporada en la cárcel. Uno de ellos ha sido recientemente condenado a tres años y cuatro meses de prisión por perpetrar dos asaltos en una noche.
El Juzgado de lo Penal número 2 condenó a este individuo, sobre el que pesaban varios antecedentes penales por hechos similares, por un delito de robo con fuerza, otro de resistencia a la autoridad y otro de lesiones. Una sentencia que posteriormente confirmó la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos.
Los hechos se remontan al 9 de febrero de 2022. Al filo de la medianoche, el ahora condenado utilizó una tapa de un alcantarilla para reventar el cristal del bar Trampantojo, ubicado en la calle Cristóbal Acuña (en El Plantío), y accedió al interior para llevarse el dinero y los objetos de valor que encontrara en su camino. La alarma sonó y se marchó a la carrera antes de que pudiera llegar la Policía.
Minutos después, en la calle Luis Alberdi, llevó a cabo otro asalto en el bar 20 de Copas con el mismo modus operandi. En este caso, tras acceder reventando el cristal con la tapa de una arqueta, rompió el cajón de la caja registradora lanzándolo al suelo y se llevó el dinero de la recaudación que había dentro. Tras hacerse con el botín, huyó.
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