El Mirandés cerró 2023 con el empate a cero que logró en tierras alicantinas ante el Elche. El pasado 19 de diciembre el conjunto rojillo ponía fin a la primera vuelta y comenzará la segunda el 13 de enero también lejos de Anduva, concretamente, en Alcorcón. Habrán pasado 25 días entre una fecha y otra, un parón competitivo poco habitual en un fútbol moderno en el que se amontonan los partidos.
La escuadra mirandesista ha aprovechado para cargar las pilas, para reponer fuerzas y comenzar la segunda parte de la competición con la misma cara que la acabó. Los números decían que en el último tramo de 2023 se pudo ver al mejor Mirandés.
El equipo castellano se fue de vacaciones después de puntuar en sus últimos seis encuentros ligueros y de haber dejado la portería a cero en los cuatro últimos. El conjunto rojillo ha ido mejorando con el paso de las jornadas. La falta de experiencia de la mayor parte de sus futbolistas le perjudicó en las primeras jornadas, aunque son ya un colectivo más maduro y eso se ha dejado notar en el juego.
Alessio Lisci, entrenador de la escuadra castellana, señaló antes del último encuentro liguero que no tenía claro cómo le iba a sentar a su equipo un parón competitivo tan prolongado. Los rojillos regresaron el 28 de diciembre a los entrenamientos pese a que no jugaban Copa del Rey y el cuerpo técnico ha trabajado para que los suyos no noten la falta de partidos.
El objetivo del equipo es llegar al próximo sábado -el equipo jugará en Santo Domingo a las 14,00 horas- en la mejor forma posible y sin haber perdido ese ritmo que exhibió en los últimos partidos. Lo importante es que el Mirandés demostró en el último tercio de competición que había encontrado el camino, que tenía claras las cosas, por lo que la meta en esta segunda vuelta será perfeccionar aún más su maquinaria.
Equilibrio. Desde el principio se pudo comprobar que Lisci contaba con una plantilla con mucho talento ofensivo, por lo que la labor del italiano ha sido encontrar el equipo. Con el paso de los partidos lo ha logrado. El nuevo preparador rojillo ha insistido en el trabajo defensivo, una de las tareas pendientes en el primer partido, y en los últimos encuentros el Mirandés se ha mostrado a un gran nivel en las tareas de contención. El potencial de sus hombres de arriba nadie se lo puede quitar.
El próximo reto será el Alcorcón, un equipo que afrontará este primer partido de 2024 con la imperiosa necesidad de vencer, lo que le puede dar un plus, aunque también cargar de ansiedad la mochila alfarera.