La negociación del convenio colectivo de la industria cárnica, que afecta a más de 100.000 trabajadores y a 3.000 empresas en España (entre ellas varias en Burgos), se ha atascado y los sindicatos presentes en la mesa de negociación (UGT, CCOO y CIG) han decidido abandonar la negociación y convocar una huelga a nivel nacional para la primera semana de diciembre, anterior al puente festivo de la Constitución.
Las conversaciones con las organizaciones empresariales (Anice, Fecic, Anafric, Agemcex y Anagrasa) se vienen sucediendo desde hace un año y, desde entonces, entiende desde UGT, las propuestas han sido «inaceptables» para un convenio que se prevé firmar para dos años (2024-2025).
Los principales puntos de discordia, indica Hilario Sancho, responsables de la industria cárnica en UGT en Castilla y León, están en la subida salarial para el periodo que se negocia. Piden un 3% de alza con cláusula de revisión en el caso de que el IPC sea más alto y con el pago de atrasos de 2024.
La parte empresarial propone un incremento del 2,8% con efectos a 1 de enero de 2024 (2,2% más un 0,6% ya abonado) y un 2,2% para 2025, aplicando una revisión salarial topada en el 1% para el cálculo de salarios futuros.
Los representantes de los trabajadores tampoco aceptan la reducción de 10 horas en la jornada anual propuesta por los empresarios, que se situaría en los 1.750 horas, y piden una reducción horaria más amplia, que se acerque a los objetivos de las 37 horas y media semanales que está defendiendo el Gobierno.
«Los trabajadores de cárnicas cobramos tres veces menos por nocturnidad que los trabajadores del metal o químicas», señala Sancho, que también subraya, entre otros, el «grave» problema que tienen en compensación de los salarios y absorción de las retribuciones, algo que recoge el artículo 5 del convenio vigente y que, según los sindicatos, está menguando las subidas pactas para muchos trabajadores.