La actividad en el taller de remolcado que Renfe gestiona en Miranda se adapta a su nueva rutina, tras el incendio que inutilizó la nave de rodaje el pasado 13 de marzo. Aunque la empresa y los trabajadores se acostumbran al día a día, casi dos meses después del incidente el operador ferroviario debe tomar decisiones. Una de ellas tiene que ver con un equipo importante para la competitividad de esta base de mantenimiento, ya que la compañía ha formalizado la adquisición de una prensa para el calado y decalado por 647.000 euros. Inicialmente, iban a colocarla en el pabellón calcinado. Por ahora, los responsables no despejan la duda de qué harán con este suministro, cuyo contrato se formalizó el 16 de abril. En paralelo, hay que tener en cuenta el estado actual de la nave, donde los trabajadores critican que aún no se ha limpiado nada, algo que tendrá que realizar una firma especializada en amianto.

Con la nueva prensa, el taller podrá acometer trabajos de reparación de los ejes de los trenes en menos tiempo, tanto en lo que se refiere a las ruedas como a los discos de freno. Sin embargo, en la plantilla expresan las dudas de lo que pueda suceder después del incendio. Hay que tener en cuenta que la compra se ideó antes de que las llamas acabarán con una parte importante de la nave de rodaje. En noviembre, Renfe completó la licitación con un presupuesto base de 786.000 euros, aunque adjudicó el pedido por 657.000 euros el 7 de mayo, días antes del fuego.

La formalización sí que se cerró después, aunque la compañía no da información sobre el destino final de la nueva prensa de calado y decalado. Fuentes de los trabajadores remarcan la importancia de este equipo, en unas instalaciones en las que desde hace años se demandan mejoras que no siempre llegan. En cualquier caso, puntualizan que la adquisición tendría que instalarse en el pabellón de tornos, que fue la zona menos dañada, ya que hay que tener en cuenta que la nave de rodaje está compuesta por dos estancias gemelas y la inutilizada fue precisamente la otra.

En la que resultó calcinada, el fuego incluso eliminó buena parte del techo, que era de uralita, motivo por el que se generó el problema de amianto en el interior. Dada la situación, en la plantilla remarcan que ven posible la instalación de la nueva prensa, aunque queda la duda de la decisión final que adopte el operador ferroviario. En un primer momento, se transmitió que la intención de Renfe pasaba por acelerar el proyecto de unificación de los talleres de Miranda, para no invertir en el punto quemado, ya que remolcado desaparecerá para juntar todo en la base de motor. 

Aun así, la posibilidad de reparar la nave de rodaje indican que gana enteros, ya que permitiría seguir con la actividad mientras se avanza en el gran proyecto en el que invertirán más de tres millones de euros. Mientras tanto, la plantilla trabaja con normalidad, tras recolocar a buena parte de los operarios en otros pabellones. En cualquier caso, sí que indican que hay tareas que temporalmente no se pueden hacer desde Miranda y se ayuda desde otros talleres.