Manuel Contreras, técnico de mantenimiento industrial, piensa en soluciones de forma constante cada vez que observa un problema y algunas incluso las ha llegado a patentar. Este es el caso de la caña Montera de Espinosa destinada a ayudar personas con escasa movilidad, como los mayores o los discapacitados, a recoger la fruta de las zonas más altas de los árboles sin necesidad de subirse a una escalera. Los pasados días 7, 8 y 9 de este mes, todos los expositores participantes en la II Feria de Inventos, Inventores e Innovación Millennium 2013 celebrada en Valladolid eligieron la caña de Manuel Contreras como el mejor invento de los 40 participantes llegados de toda España al certamen.
«Les gustó, porque es muy sencillo, bonito y útil e incluso sirve para divertirse», explica Manuel Contreras. Enseguida aclara que esta caña no busca ser una solución para recoger fruta de manera profesional, sino para facilitar el trabajo a los particulares que quieran ir recolectando poco a poco sus frutas sin arriesgarse a caer desde la escalera. Las cerezas, mandarinas y ciruelas, frutas de tamaño pequeño y medio, son las que puede recoger este ingenio que Contreras patentó el pasado mes de septiembre. La finca de 6.500 metros cuadrados que posee junto a su esposa en Espinosa de los Monteros fue la fuente de inspiración de este invento, que lamentablemente este año apenas puede utilizar en sus 32 cerezos, casi vacíos por efecto del frío de las heladas primaverales.
Viendo a un familiar en silla de ruedas pensó en una solución y de ahí surgió el primer prototipo de la caña montera. La primera la fabricó con una sencilla vara de avellano y de ahí la ha ido perfeccionando hasta la actual, hecha a base de fibra de carbono. Con 2,20 metros de longitud que alcanzan las ramas más altas y solo 170 gramos de peso, la caña Montera de Espinosa, puede ser utilizada incluso por un niño. La clave, como explica su creador es «la sencillez y que no necesita mantenimiento alguno».
Cinco establecimientos de jardinería de Burgos han apostado por ella y la muestran en sus escaparates, así como dos negocios de Espinosa de los Monteros y uno de Villarcayo. Manuel Contreras solo aspira a poder recuperar lo ya invertido en el registro de la patente y la feria de Valladolid, pero admite que también tiene contactos con la cadena Leroy Merlin que, si dieran sus frutos, podrían convertir este ingenio en una fuente de ingresos para su inventor. Contreras, medinés de nacimiento y espinosiego de adopción desde hace treinta años, prefiere pensar en la caña Montera de Espinosa como «un souvenir que sirva para hacer más conocida a Espinosa». De ahí que haya bautizado su invento con el nombre del pueblo donde disfruta todos los fines de semana que puede y en vacaciones. De momento, el premio traído de Valladolid ha sido toda una satisfacción y motivo para que haya sido invitado a la próxima Feria de Muestras en septiembre.