Tras apurar los plazos que marca la ley y completar al máximo el atestado, la Policía Nacional trasladó a Jaime Alberto Nebreda Vélez a los Juzgados de Reyes Católicos para su declaración ante la titular de Violencia contra la Mujer. El autor confeso de la muerte violenta de Andrea Bejarano ratificó, casi en su totalidad, la versión que dio en un principio a los agentes instructores. Es decir, que el pasado domingo estranguló hasta la muerte a su expareja (algo que confirma la autopsia preliminar), y después trasladó el cuerpo hasta un paraje de Salinillas de Bureba. La magistrada decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza. Además, acordó la suspensión de la patria potestad y custodia de su hijo de ocho años, con el que tampoco se podrá comunicar al imponerle una orden de alejamiento mientras dure el proceso.
Jaime Vélez llegó a mediodía a la sede judicial tras haber prestado declaración formalmente en la Comisaría Provincial. Según ha podido saber DB, ante la magistrada titular de Violencia contra la Mujer volvió a relatar a grandes rasgos la confesión que los investigadores lograron arrancarle la medianoche del pasado martes. Que en la tarde del domingo, y tras una discusión con Andrea, la mató por asfixia, ocultó su cadáver y, ya de madrugada, lo llevó hasta una zona boscosa de La Bureba próxima a la ermita de Santa Casilda para deshacerse de él. Hasta allí trasladó a la Policía Nacional, que encontró el cuerpo semienterrado bajo una encina y cubierto con unas ramas secas.
Tras su testimonio, la jueza dictó auto de ingreso inmediato en prisión provisional, comunicada y sin fianza, al tiempo que anunció que está siendo investigado por un delito de homicidio. El Ministerio Fiscal interesó a su vez la aplicación del artículo 544 quinquies de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Así, la magistrada acordó la suspensión de la patria potestad de su hijo de 8 años, de la guarda y custodia y régimen de visitas mientras dure la tramitación de este procedimiento hasta que recaiga sentencia firme o resolución que le ponga fin.
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