Las exclarisas contratan jefe de prensa y denuncian a un dron

P.C.P. / Burgos
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La Guardia Civil ha acudido esta mañana al convento por la presencia de un aparato, que ha volado en círculo durante unos 5 minutos, según informa Francisco Canals, profesional que va a llevar sus relaciones con los medios de comunicación

El arzobispo de Burgos presenta la demanda en el Juzgado de Briviesca para que las 9 exmonjas abandonen el convento de Belorado. - Foto: Alberto Rodrigo

La Guardia Civil ha vuelto este miércoles al Convento La Bretonera de Belorado y lo ha hecho a petición de las exclarisas excomulgadas, que permanecen aisladas en su interior desde que el 13 de mayo decidieran separarse de la que ellas llaman Iglesia Católica Conciliar. Al parecer, un dron se ha colado en el interior del recinto y durante unos cinco minutos ha sobrevolado en círculo las instalaciones.

El suceso se ha producido sobre las 12:45 horas de este miércoles. Las religiosas se han asomado al exterior para intentar ver quién operaba el aparato pero no han conseguido divisar a nadie y han decidido llamar a la Benemérita al sentirse acosadas. Este jueves tiene previsto poner una denuncia por lo que consideran una intrusión en su intimidad, acompañadas por su abogado. 

No es esta la única novedad que se ha conocido respecto a la Asociación Santa Clara de Belorado, como se denomina la comunidad clarisa una vez fuera de la Iglesia Católica y excomulgadas las 8 integrantes del llamado núcleo duro, liderado por la exabadesa sor Isabel de la Trinidad, y que conviven dentro del convento burgalés con otras cinco religiosas muy mayores y dependientes. A última hora de la tarde han comunicado en la cuenta de Instagram @tehagoluz que han contratado al periodista Francisco Canals como jefe de prensa y responsable de cuestionar las relaciones con los medios de comunicación.

El profesional, especializado en periodismo de investigación, sucesos y ciberdelincuencia, ha confirmado a Diario de Burgos que ha llegado a un acuerdo con la comunidad para que la sociedad pueda conocer la situación de estas mujeres, que se encuentran "asustadas" y asfixiadas económicamente. Asegura que ha pactado un precio simbólico para trabajar con ellas y que el dinero con el que pagan este y otros gastos, como sus facturas de teléfono personales, procede de aportaciones de familiares, amigos y simpatizantes.