Dos patrullas, miembros del juzgado y un cerrajero acudieron el pasado miércoles para 'bajar la persiana' del pub situado en el número 51 de la calle Ramón y Cajal, a escasos metros de la Juan Ramón Jiménez. Así lo explican los vecinos y comercios de la zona que fueron testigos y reconocen que, cuando lo vieron, respiraron aliviados porque aseguran que ese establecimiento se alzaba como un foco habitual de peleas. Sin embargo, estas mismas personas aclaran que el nerviosismo no ha desaparecido, sino que se ha desplazado, pues «la clientela de ese bar ahora está yendo a otro de la calle Concepción Arenal» y, junto a ella, también los incidentes.

Sin ir más lejos, los residentes y propietarios de pequeños negocios de esa céntrica área mirandesa describen que este domingo, a las 10:00 horas, hubo una pelea en la puerta del nuevo punto de reunión situado en la calle Concepción Arenal. Conforme a su descripción, «dos jóvenes discutieron y terminaron pegándose». Los protagonistas de este incidente llegaron hasta la calle Ramón y Cajal con su enfrentamiento, donde, según los testigos, derribaron la exposición de periódicos de un quiosco y hasta «se lanzaron un adoquín, que dio en el portal de al lado».

Este suceso tuvo lugar solo tres horas más tarde de que una patrulla de la Policía Local acudiera a la intersección entre las calles Ramón y Cajal y Juan Ramón Jiménez, donde siguen abiertos otros pubs.

Los agentes acudieron sobre las 7:00 horas porque un vecino se quejaba de que había personas utilizando un altavoz en plena vía pública. Al llegar, no encontraron a nadie que llevara a cabo esos actos, pero permanecieron allí unos diez minutos hasta que los más de veinte ciudadanos que rondaban el lugar se retiraron.