El pueblo que pagó su propia torre para poder usar internet

F. TRESPADERNE / Burgos
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Alarcia, en la Sierra de la Demanda, destinará unos 20.000 euros. «Hace 14 años que tenemos acceso, pero muy limitado y ninguna compañía» asume la inversión, afirma el alcalde

La torre de la junta vecinal de Alarcia se ubicará en esta zona del Trigaza, junto a la vieja casa de los ingenieros.

Todo tiene un límite y el de la junta vecinal de Alarcia, localidad que pertenece al municipio de Valmala, con la cobertura del servicio de internet, que llegó al pueblo hace catorce año, ya se ha rebasado y por eso han iniciado el expediente para contratar e instalar una torre de telecomunicaciones pública «para dotar de servicio de banda ancha de internet en el Valle de San Vicente, en suelo de Valmala.

«Tenemos de internet desde hace 14 años, pero muy limitado, ninguna compañía de telefonía lo mejora y por eso hemos decidido dar el paso desde la junta vecinal», manifiesta el alcalde de esta entidad local menor, Guillermo Oca, quien recuerda que «somos unos privilegiados porque tenemos internet y no hay problemas de cobertura de móvil, con Movistar, pero necesitamos mejorar el acceso a internet para que el bar, el área de caravanas y cualquier vecino dispongan de suficiente potencia».

Tras fracasar los contactos con las compañías de telefonía, y quedar fuera de los planes de las administraciones para disponer de banda ancha de alta velocidad, la junta vecinal decidió poner en marcha esta iniciativa que comenzó con la redacción del proyecto y la solicitud de uso excepcional en suelo rústico y la licencia de obra. «La intención es colocar la torre en el Trigaza, en unos terrenos del municipio en la zona de antigua casa de los ingenieros, que, por cierto, se está hundiendo y es una auténtica vergüenza cómo se encuentra», afirma el alcalde, que, a la espera de conocer el coste definitivo de la obra, estima en aproximadamente 20.000 euros el desembolso que tendrá que hacer esta pequeña localidad serrana. Para afrontar este coste, la entidad cuenta con una subvención de la asociación desarrollo rural Agalsa, «que también nos ha dado otra ayuda para mejorar la planta baja de un local de la junta vecinal, que la destinaremos a servicios múltiples», afirma Oca.

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