El lobo ha vuelto a atacar en la comarca de Páramos y esta semana ha matado a otras cuatro ovejas. Fernando del Olmo, ganadero de Fuencaliente de Lucio, asegura que esta situación ya «es una vergüenza», que esta afectando considerablemente al negocio y considera que en la actualidad existen una gran cantidad de cánidos en esta zona de la provincia burgalesa. Hace tan solo una semana otro ganadero de Arcellares del Tozo, a tan solo 14 kilómetros, denunciaba en este periódico que le desaparecían unas 50 cabezas al año y que en el último 'golpe', a plena luz del día, habían visto al lobo y que por fin iban a poder demostrar la causa antes de que los buitres borrasen todas las pruebas. El hartazgo cada vez va a más y se piden medidas urgentes.
Del Olmo argumenta que el lobo «es muy inteligente» y aprovechan cualquier despiste para comerse a alguna de las ovejas. «Siempre atacan al descuido», añade. Según cuenta, en esta ocasión empezó a llover bastante y se llevaron al rebaño rápidamente hasta las naves cerradas donde las guardan siempre, pero alguna se quedó un poco atrás y ahí es cuando aprovechó el cánido.
Una forma de actuar similar a la que contaba Fernando Arroyo, de Arcellares del Tozo, hace unos días, cuando encontró a dos ovejas muertas y a otra herida. «Está esto lleno de lobos», asegura por su parte el ganadero de Fuencaliente, desesperado al ver que no se pone solución. «Nos desaparecen los animales y es debido a que se las va comiendo el lobo», expresa Fernando del Olmo, que en lo que va de año ya ha 'perdido' a una docena.
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