Enclavada en el Parque Natural de Hoces del Alto Ebro y Rudrón, Orbaneja del Castillo ofrece al visitante uno de los más espectaculares paisajes kársticos de la provincia, modelado por el agua de la Cueva del Agua de la que parte un arroyo que atraviesa la localidad para caer en una sucesión de cascadas y morir en el río Ebro que pasa justo al lado.
El paso del tiempo también se deja sentir y la maleza y la vegetación han ido ocultando buena parte de esa singular red de cascadas o piscinas que ahora, tras una intervención integral por parte de la Junta de Castilla y León, a través de la empresa pública Tragsa, se han hecho visibles en su totalidad magnificando aún más las tobas calcáreas de Orbaneja, las más activas del parque natural, aunque no las únicas.
La actuación llevada a cabo se ha enmarcado dentro del proyecto de acondicionamiento y señalización de la red de senderos del espacio Hoces del Alto Ebro y Rudrón que está desarrollando la administración autónoma y que prácticamente está ya completada, según explica Carmen Allué, directora del parque natural.
Allué manifiesta que los trabajos realizados en Orbaneja del Castillo han perseguido dos objetivos fundamentales. Por una parte, dar visibilidad al edificio tobáceo en toda su magnitud y, por otra, mejorar las condiciones de formación de la toba al eliminar barreras leñosas que retienen el agua y la desbordan por los laterales reduciendo su flujo y, por lo tanto, su capacidad de depositar carbonato cálcico, mediante desbroces de las plantas leñosas que actuaban como pantalla retentiva.
La superficie total en la que se ha intervenido ha sido de unos 1.375 metros cuadrados, explica Allué que añade que de forma adicional tampoco se puede obviar otro objetivo como es informar al visitante de la importancia del proceso y de cómo se forma este paisaje para que, además de ver un lugar espectacular, se transmita que tiene unos valores naturales y medioambientales muy importantes. De hecho, añade la directora-conservadora del parque natural, la intención es instalar paneles explicativos sobre estas formaciones que completarán a la señalización del sendero en su conjunto. Por otra parte, para su conservación, la Junta pretende establecer una serie de controles que permitan evaluar el estado de las tobas calcáreas y su evolución actual, así como detectar sus problemas si existieran.
UNA TOBA QUE ‘CRECE’
José Miguel Gallardo, alcalde de Orbaneja del Castillo, junta administrativa que pertenece al municipio de Valle de Sedano, aplaude la intervención de la Junta que ha permite dar visibilidad a algunas cascadas y estanques que estaban prácticamente ocultas. Y aunque muy satisfecho con este proyecto, el regidor pedáneo hace hincapié en la necesidad de buscar una solución a uno de los problemas que la acumulación de toba calcárea está produciendo. Así, Gallardo explica que en los últimos diez años la capa calcárea depositada en las piscinas ha crecido hasta casi un metro, lo que provoca que el agua se salga de su cauce por la parte izquierda de la pared -junto a la subida de las escaleras- pasándose a la carretera, lo que resulta, sobre todo en invierno, muy peligrosa porque la zona se convierte en una pista de hielo.
Esta situación no es nueva, siempre se ha producido esa acumulación de toba en las presas, rebosando el agua. Sin embargo, antes, los vecinos picaban de vez en cuando y daban salida al agua que seguía su curso sin coger la altura que tiene actualmente. Este tipo de ‘maniobra casera’ está prohibida actualmente, recuerda Allué que también entiende, que si esa situación causa perjuicios habrá que estudiar la manera de solventarlos, respetando las políticas conservacionistas por las que se aboga en las intervenciones medioambientales.