Luis Rubiales cumplió el pasado 17 de mayo cinco años en la Presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cargo para el que fue elegido tras la destitución de su antecesor, Ángel María Villar, y en ese período su mandato se ha visto sacudido por múltiples polémicas, algunas de gran relevancia mediática, hasta que el pasado sábado la FIFA le comunicó su suspensión provisional acorralado por el beso no consentido a Jenni Hermoso en la final de la Copa del Mundo.
Pero antes, hubo mucho más escándalos. Desde la publicación de unas conversaciones en las que Rubiales hablaba con Gerard Piqué y, junto a otros asuntos, abordaban los detalles económicos del traslado de la Supercopa a Arabia Saudí, al permanente enfrentamiento con el presidente de LaLiga, Javier Tebas; las supuestas grabaciones a ministros o el presunto seguimiento al presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo, a quién él promovió como su sucesor en el sindicato.
Cese en Rusia
La primera controversia llegó apenas a un mes de asumir el cargo, cuando cesó a 48 horas del inicio del Mundial de Rusia 2018 al seleccionador Julen Lopetegui por firmar un contrato para entrenar al Real Madrid tras finalizar el torneo. Fernando Hierro sustituyó al técnico durante la competición y después se hizo cargo del equipo Luis Enrique.
Negocios con Geri
En abril de 2022, después de que la RFEF anunciará haber sufrido un ataque informático y el robo del contenido del teléfono de Rubiales, salieron a la luz varios audios entre este y Piqué, en los que los interlocutores se dirigían coloquialmente entre sí como 'Rubi' o 'Geri', y que situaron en el centro de la polémica la negociación para que la Supercopa de España se jugara en Arabia Saudí.
Al mes siguiente, la Fiscalía abrió diligencias de investigación tras recibir una denuncia contra Rubiales, la RFEF, Piqué y su empresa Kosmos, al considerar que su actuación perjudicó el patrimonio de la RFEF.
La acusación señalaba que él «pactó con Gerard Piqué el cobro de una comisión multimillonaria por el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí», para 10 años, y añadía que el presidente «presionó a las autoridades de Riad para que abonaran al jugador hasta 24 millones de euros por disputar el torneo en ese país y trató luego de ocultar la participación del futbolista en el contrato».
En respuesta a la denuncia, el dirigente aseguró que «ante la mentira y la manipulación» iba «a seguir con el rigor por bandera».
Pelea perenne
Con la llegada a la Presidencia de Rubiales, el conflicto entre la RFEF, LaLiga y Tebas se recrudeció, y se ha ido extendiendo a múltiples frentes: horarios, el contrato con CVC, la Ley del Deporte, los formatos de la Copa del Rey y de la Supercopa...
Las críticas mutuas han sido constantes, duras y en ocasiones el Consejo Superior de Deportes (CSD) se ha visto obligado a mediar entre las dos instituciones.
Los audios
En mayo de 2022 se publicaron informaciones y audios sobre grabaciones hechas por Rubiales a miembros del Gobierno, como el exministro de Cultura y Deporte, José Guirao, y la exsecretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano.
La RFEF negó cualquier grabación y mantuvo que el periódico que lo publicó ofrecía «una política de noticias basadas en la ambigüedad, tergiversación y descontextualización para generar un relato falso».
El presidente del CSD, José Manuel Franco, pidió a Rubiales que ofreciera los datos de los que dispusiera «para mitigar la inquietud que algunas informaciones habían generado».
Detectives
También en mayo de 2022, David Aganzo, presidente de la AFE, solicitó al CSD la apertura de un expediente a Rubiales tras salir a la luz unas informaciones y audios publicados sobre seguimientos hechos al propio Aganzo por una agencia de detectives encargados, supuestamente, por la RFEF.
Motín a Vilda
Ya en 2022, 15 jugadoras internacionales comunicaron su renuncia a la selección, según informó la RFEF, que explicó que la decisión se debía a su negativa a destituir a Jorge Vilda.
Tras meses de controversia y negociaciones, en la lista del Mundial figuraron tres de las 15, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y Ona Batlle, más Alexia Putellas, Jenni Hermoso e Irene Paredes, que las había apoyado.
Medallas
Durante la entrega de trofeos en la Supercopa femenina disputada del pasado enero, las jugadoras no recibieron las medallas, sino que tuvieron que ir a recogerlas a una mesa. Ante las críticas, la RFEF justificó el formato de la ceremonia en el «elevado número de representación institucional».