La posibilidad de que el tren Directo Madrid-Aranda-Burgos pase a formar parte de la red Transeuropea como parte del Corredor Atlántico parece desvanecerse. Es lo que se desprende de la respuesta del Gobierno central a los senadores populares Javier Lacalle y Cristina Ayala, que se interesaron por saber si se iba a pedir a la Unión Europea su inclusión. La contestación es un no rotundo, alegando que el Corredor Atlántico «ya están definidos en el reciente Reglamento» que se estableció en julio de este año, en el que viene establecido el mecanismo Conectar Europa, que los defensores de la reapertura del Directo ven como una inmejorable opción para lograr esta demanda.
«El trayecto Madrid-Burgos por Aranda no forma parte del Corredor Atlántico». Con esta sencilla frase, sin elementos valorativos pero con una importante carga de profundidad, el Gobierno central cierra la puerta a que el tren Directo pueda formar parte de la red transeuropea, que se definió en 2013. «La decisión final de que un tramo se incluya o no en las redes transeuropeas corresponde a la Unión Europea», especifican desde la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes a la respuesta de los senadores burgaleses, sin abordar la pregunta directamente ya que no se especifica si se va a solicitar o no la incorporación de esta línea a la red europea dentro del Corredor Atlántico.
Lo que sí que se aprovecha a transmitir en la respuesta del Gobierno central son los trabajos que, aseguran, se están haciendo en el trazado del Directo. «ADIF venía realizando distintas tareas de mantenimiento en la línea, incluyendo la inspección de la infraestructura ferroviaria, así como la limpieza de la maleza y vegetación existente y las actuaciones necesarias antes instalaciones vandalizadas», aludiendo al tapiado del túnel de Somosierra en 2018 «por motivos de seguridad».
El Gobierno central ha tardado tres meses y medio en responder a esta cuestión planteada por los populares burgaleses, que registraron su pregunta al terminar agosto.