Una aldea medieval en el pueblo de los hobbits

C.G. / Moradillo de Roa
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Las excavaciones en Moradillo de Roa afloran una fortificación que ocupó el plano superior del barrio de bodegas El Cotarro en el siglo XI

Esta primera campaña ha sacado a la luz las caballerizas (en primer plano) de la aldea medieval, además de un habitáculo doméstico. - Foto: Patrimonio Global

Moradillo de Roa sumará los nuevos espacios encontrados en las últimas excavaciones a la oferta turística de El Cotarro. La intervención arqueológica ha supuesto una primera aproximación al lugar y ha finalizado con el hallazgo de lo que parece ser una aldea fortificada que ocupó el lugar desde el siglo XI hasta el XV. Este asentamiento se ubicaba en el plano superior de las bodegas que le han valido el sobrenombre de 'Poblado Hobbit, razón por la que se estima que la actual iglesia, emplazada en el mismo punto, pudiera ser una reminiscencia de las construcciones allí situadas.

El codirector de la excavación, Ángel Palomino, explica que se ha realizado para «conocer las posibilidades que tiene el sitio a nivel arqueológico y poner en valor la fortificación medieval que se encuentra en la parte más alta de El Cotarro». El experto recalca que se trata de un asentamiento muy diferente al que podemos encontrar en los municipios vecinos de Torregalindo y Haza, que cuentan con castillos defensivos. En este caso, la muralla tan solo protegía una pequeña aldea, que fue gradualmente abandonada entre finales del siglo XIV y principios del XV. La motivación principal de estas conclusiones viene dada por las piezas encontradas en la introspección, que corresponden a algunas herramientas agrícolas y un reducido número de restos de cerámica, lo que hace pensar que el asentamiento no fue abandonado de manera repentina, sino que se fue despoblando gradualmente. 

Durante la prospección se han excavado dos espacios diferenciados. El primero de ellos correspondiente a unas dependencias domésticas y el segundo a unas cuadras, posiblemente para el cobijo de caballos. El proyecto que ha comenzado con esta primera intervención tiene previsto trabajar en la unión de las dos ubicaciones con la intención de crear un lugar más amplio que pueda unificar ambas partes y esté preparado para que en un futuro pueda ser visitable.

Las fechas de abandono de la aldea hacen pensar que coexistió con el núcleo de población en el que actualmente se asienta Moradillo de Roa. Se estima que esta pudo nacer como un suburbio de la zona amurallada que en un principio surgió para ampliar el espacio de vivienda y que terminó siendo el núcleo principal, cuando la aldea amurallada «habría perdido su razón de ser», comenta Palomino.

Ha sido el propio Ayuntamiento de Moradillo de Roa el que ha promovido esta intervención, realizada por la empresa Patrimonio Global y codirigidas por Ángel Palomino y Manuel Crespo, con idea de recuperar este asentamiento e incorporarlo al itinerario de recursos turísticos en torno a las bodegas tradicionales. El coste total ha sido de 20.000 euros, financiados al 50% por la Diputación de Burgos, dentro de la convocatoria para financiar excavaciones arqueológicas de la provincia.