Distintos portavoces del Partido Popular han defendido este miércoles, tras el encargo del Rey Felipe, que tienen la esperanza de que el candidato a la Presidencia del Gobierno Alberto Núñez Feijóo consiga los "cuatro votos" que le faltan y no protagonice por tanto una investidura fallida.
Así lo ha señalado el coordinador general del PP, Elías Bendodo, en una entrevista con la Cadena Ser, en la que también ha sostenido que no hay "margen" para que el debate de investidura sea la próxima semana y espera otra fecha por parte de la presidenta del Congreso.
Feijóo iniciará el próximo lunes contactos con todas las formaciones políticas, salvo con EH Bildu. No lo hará antes porque, argumentan los populares, será entonces cuando quedarán formalmente constituidos los grupos del Congreso, tras ampliarse el plazo.
Por ese motivo, en el PP no ven "margen" para una investidura esta semana y esperan que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, fije otra fecha, teniendo en cuenta además que una hipotética repetición electoral no sea en navidad. La presidenta de la Cámara Baja ya comunicó este martes que hablaría con el candidato antes de fijar un calendario.
Feijóo no tiene por ahora apoyos suficientes. El PP contabiliza 172 síes, los de sus 137 diputados, los 33 de Vox y los dos representantes de UPN y Coalición Canaria. Le faltan cuatro votos a favor o cuatro abstenciones, para alcanzar la mayoría.
Para armar dicha mayoría el PP está dispuesto a hablar incluso con JxCat, aunque hay matices entre sus responsables. Bendodo lo ve "complicado" tras el "procés", mientras que el vicesecretario de Acción Institucional, Esteban González Pons, ha dicho en Onda Cero que cree que "más allá de lo que cuatro, cinco o diez personas llevaran a cabo, representan un partido cuya tradición y legalidad no está en duda".
En todo caso, también Pons ve "imposible" un acuerdo con el partido de Carles Puigdemont porque el suyo no hará cesiones como las que, a su juicio, sí está dispuesto el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al que define como un "tipo" dispuesto a "despiezar el Estado español y venderlo por partes" para "comprar una investidura".
Pese a estas críticas, los populares pretenden tender la mano al PSOE a la hora de buscar apoyos para la investidura, con el convencimiento de que hay socialistas que no comparten un gobierno con EH Bildu o Carles Puigdemont.
"Empieza un camino", ha señalado la secretaria general popular, Cuca Gamarra, en Telecinco. El PP, que defiende que la "tradición" es que siempre gobierne quien ha ganado las elecciones, insiste en que su distancia aritmética es "menor" que la "distancia" de una ley de amnistía "inconstitucional" o que un referéndum de independencia.