La Navidad deja de pasar de largo y aterriza por primera vez en décadas en Villanueva de Teba para la alegría de los vecinos, los cuales, igual que 'hormiguitas', acumularon en sus domicilios miles de latas de cerveza y refrescos con las que han fabricado una original y sostenible decoración para dar la bienvenida a las fiestas. Los talleres organizados por la recién creada Asociación Pichalvos y los trabajos caseros dan como resultado un impresionante montaje de un árbol de cinco metros de altura elaborado con más de 4.500 envases de aluminio y de otros elementos -estrellas, la figura del Cascanueces, un reno y los Tres Reyes Magos- colocados en las calles.

La iluminación que envuelve las obras artísticas recuerda a los vecinos la importancia de mantener al pueblo unido y entretenido, dos de los  fines que Julia Oviedo y el resto de sus amigos se han propuesto mantener al constituir la agrupación. Al igual que la celebración de la festividad, la intención de este grupo de jóvenes cuyas edades rondan la treintena es dinamizar la agenda cultural y de ocio de la localidad durante todo el año mediante talleres, juegos, charlas, comidas y cenas populares, entre otras posibilidades. 

La joven, saturada de la prohibitiva vida en Barcelona como consecuencia de los elevados precios y el estrés que ello suponía en su día a día, dejó en 2022 la ciudad para instalarse en el pueblo en el que pasaba todos los fines de semana y vacaciones cuando era una niña. Actualmente desempeña desde su casa funciones como economista en el departamento jurídico de una consultoría financiera por internet. A pesar de que asegura no disponer de tiempo libre suficiente como para aburrirse, en este tiempo ha comprendido la necesidad de ofrecer al vecindario y a los que llegan los fines de semana y vacaciones -en total unos 180- alternativas de entretenimiento dirigidas a todos los públicos. 

Desde que la Asociación comenzó a dar los primeros pasos ha ganado confianza -palpable con la elevada participación- y ya acumula 90 socios ansiosos por garantizar la diversión también a los habitantes de otros lugares cercanos. Los habitantes más mayores no recuerdan un encuentro en la plaza o un cántico de villancicos   y se muestran encantados de la propuesta de este año y de, al igual que en el resto de localidades, saborear los actos típicos de Pascua. El plato fuerte se sirvió durante el puente de diciembre con la inauguración del particular pino y los 1.500 puntos de luces led que lo embellecen. Además, gracias a la inteligencia artificial, los vecinos cuentan con su propia canción navideña. 

Los próximos días se llevarán a cabo más actividades y los miembros de la junta directiva de Pichalvos se abren a recibir todo tipo de propuestas interesantes para desarrollar en los meses posteriores. La intención persigue recuperar algunas tradiciones que cayeron en el olvido con la escandalosa pérdida de población de las últimas décadas, que sorprendentemente se ha logrado frenar, e incluso invertir, retomar la celebración de las fiestas patronales con una amplia programación y asentar los festejos más novedosos, como Halloween. 

Estas actividades atraen también a los veraneantes, que junto a los que residen a diario y el equipo de gobierno, liderado por Valentín Puertas, ha conseguido que el pequeño municipio vuelva a derrochar belleza por todos sus rincones, y a diferencia de otros de la provincia con menos de 50 habitantes, en sus calles no se aprecian edificaciones en ruina.