Un incendio que se declaró el viernes a mediodía -a causa de una chispa que saltó por el trabajo de una cosechadora- ha arrasado cerca de 1.500 hectáreas de terreno entre Valluércanes y Cerezo de Río Tirón. La mayoría de la superficie calcinada son cultivos de cereal, muchos de ellos sin cosechar, aunque el fuego también ha afectado a varios valles con pinos de repoblación.
Durante la tarde noche del viernes la Junta se vio obligada a cortar la BU-720, la carretera que une Briviesca con Cerezo. Para controlar el fuego ha sido necesaria la presencia de seis agentes medioambientales, dos helicópteros, dos bulldozer, seis autombombas, seis cuadrillas de tierra y dos dotaciones de bomberos de la Diputación, en concreto de Belorado.