Los vecinos del Casco Alto de Burgos llevan semanas denunciando episodios vandálicos que tienen como principales objetivos los coches que aparcan en el entorno del Castillo. Retrovisores arrancados, ventanillas rotas, ruedas pinchadas constituyen el reguero de daños que ha dejado tras de sí un grupo de menores de edad -14 años- a quienes la Policía Local acaba de identificar. El Cuerpo municipal los sorprendió el pasado martes tras causar desperfectos en dos vehículos, pero considera que, por su modus operandi, pueden ser responsables también de otros hechos de la misma naturaleza acaecidos en el mismo entorno en jornadas pasadas.
La Policía Local llevaba varias semanas desplegando un dispositivo especial en la zona para dar con los autores de unos hechos que han llevado a alzar la voz a los vecinos de este barrio. Como casi siempre, la colaboración ciudadana ha sido clave para dar con ellos. Momentos antes del término de la segunda parte del partido España-Marruecos (el martes por la tarde) efectivos del Cuerpo, que ya estaban tomando posiciones en su tarea para localizar a los vándalos, fueron alertados por un vecino que avisaba de que siete jóvenes ataviados con vestimentas oscuras estaban causando daños en vehículos estacionados en la rampa de subida al Castillo. Habían fracturado el retrovisor de un Volkswagen Golf y roto una luna de un Seat León.
Los efectivos policiales se acercaron a ellos, les requirieron la documentación y les registraron. Hallaron en su poder varios emblemas de los automóviles afectados. Uno de ellos portaba un machete de 14 centímetros de hoja y otro, un punzón de cinco centímetros. A ambos les denunciaron por tenencia de armas u objetos susceptibles de ser usados como medio de intimidación, tal como establece la Ley de Seguridad Cidadana. Además, les requisaron también un pasamontañas.
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