El Ayuntamiento ha ordenado clausurar sine die la iglesia de El Salvador y el cementerio del barrio de Villatoro y ha prohibido acercarse a sus inmediaciones como medidas de precaución tras detectarse numerosas fisuras en los muros y algunos desprendimientos en el pórtico del templo.
La alarma saltó gracias a que el inmueble se sometió a la inspección técnica de construcciones (ITC), que resultó negativa, y los técnicos municipales recomendaron el cierre al tratarse de un espacio público. El año de construcción que figura en el expediente es 1820 aunque conserva vestigios de anteriores edificaciones.
Según explicó la concejala de Licencias, Dolores Calleja, lo primero es «garantizar la seguridad» y posteriormente la parroquia deberá acometer una serie de actuaciones de consolidación de urgencia en el muro del camposanto y en pórtico del templo, donde se han caído algunas piedras.
Paralelamente, se colocarán unos testigos para ver la evolución de las fisuras durante varios meses, dado que a simple vista se desconoce si se han producido por el asentamiento del edificio o por la inestabilidad del subsuelo. «Por prudencia se ha pedido el cese de la actividad y se van a poner unos testigos para ver la evolución y posteriormente se acometan una serie de actuaciones. En este sentido, el Arzobispado se ha comprometido a presentarnos un plan director de obras», añadió.
No hay que olvidar la alarma que existe en Villatoro por la aparición de grietas en numerosas casas por el desvío de las aguas subterráneas, que antes manaban en superficie pero ahora están cegadas y su caudal pasa por el subsuelo, que es de yeso. El Instituto Geológico de España está haciendo un estudio para determinar su origen. Sin embargo, parece que en el caso de la iglesia y el cementerio ésta no sería la causa al estar asentados sobre una colina.
La ITC del inmueble deja claro que las grietas obedecen a que las bóvedas carecen de contrafuerte, a excepción del cierre de la torre, la sacristía y el pórtico, al ser espacios en los que se han realizado algunas actuaciones en los últimos años. Además, pone de manifiesto que el terreno muestra debilidad «a los esfuerzos de cimentación» y que la cubierta del pórtico está hundida y provoca grietas.
Las actuaciones que deben acometerse para que se autorice de nuevo su uso son: reparación total de la cubierta, sellado de las grietas y fisuras con grapas y rejuntados, realización de un estudio de la cimentación, solución de las condensaciones y la capilaridad que se produce en el interior, remodelación de la instalación eléctrica, la señalización de la evacuación y la prevención de incendios para adecuarla a la normativa. También es necesario consolidar los cimientos de la tapia del cementerio al faltar piedras y mampostería. Su coste total podría rondar los 450.000 euros.
Las misas se han trasladado a la ermita, ubicada en el centro del barrio, y las iglesias del G-3 y la barriada Illera han ofrecido sus instalaciones por si se celebran bodas o bautizos porque el cierre, no cabe duda, irá para largo.