Más que un objetivo es casi una obligación, un deber, un compromiso, una responsabilidad. No clasificarse para la Final Four de ascenso a la Liga Endesa sería un varapalo enorme tanto para el Hereda San Pablo como para el Movistar Estudiantes.
Los burgaleses tienen entre sus manos la esperanza de los 9.000 que llenan el Coliseum día sí y día también y los madrileños están forzados por su historia. Son dos proyectos diseñados para ascender que se han cruzado antes de tiempo y a los que solo les vale ganar.
Hoy comenzarán un combate al mejor de cinco partidos del que solo uno saldrá con vida. Los dos primeros asaltos -hoy y el domingo- tendrán lugar en el WiZink Center antes de que la serie se traslade al Coliseum.
(Más información, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos)